Tras cincuenta días de abstemia por obra y gracia del calendario esquizofrénico de Tebas, el culé volvía a sentar su posaderas en su asiento del Camp Nou. Desde su última visita, la variante omicrón ha llevado a unos índices de infección nunca vistos, hemos pasado un agitado mercado de invierno, se ha suscitado una polémica con la decisión sobre nuestro representante en Eurovisión y por el camino nos hemos dejado dos competiciones, Supercopa y Copa.
Durante este
mercado de invierno, el Barça no ha dejado de trabajar incansablemente para
darle a Xavi alternativas en ataque a la galopante falta de gol que castigaba
doblemente por la fragilidad defensiva del equipo. Pese a las dificultades del
arbitrario control financiero de la Liga, Mateu Alemany se ha apañado para
traerle de vuelta el, ya conocido semanas antes, carácter ganador y optimista
de Dani Alves, un fichaje de campanillas de gran proyección como Ferran Torres,
un extremo potente y de desborde como Adama, y ya sobre la bocina, un delantero
goleador contrastado pero desahuciado por su anterior equipo el Arsena, como el
togolés Aubameyang.
Todos ellos se
estrenaban (o volvían en el caso de Alves) en el coliseo blaugrana, para más
inri en un gran partido. El último campeón de Liga nos visitaba con la cuarta
plaza que da acceso a las Champions del año que viene en juego. Salvo el recién
llegado Aubameyang, falto de ritmo por haber sido apartado por Arteta, los
otros tres fueron de la partida este domingo a primera hora de la tarde.
El primero en
dejar su sello fue Adama. Xavi le había pedido que diera amplitud y encarara.
En la primera media hora, había desesperado a un impotente Mario Hermoso al que
dejó atrás en sus primeros tres intentos de desborde, incluida su participación
en la gestación del empate, y una asistencia de gol a Gavi en un centro tocado
al segundo palo. Pero además del acierto, su toma de dicisiones fue perfecta.
Pese a su demoledor acierto en el desborde, nunca abusó, evitando las aventuras
de uno contra dos o contra tres, que muchos nos temíamos podrían venir tras el
prometedor comienzo. Además, ayudó en defensa a su lateral, conectó por dentro
con sus interiores y con Alves, y siempre fue una referencia posicional abierto
pisando la cal en la derecha para su compañeros para desahogar el juego. Una
puesta en escena deslumbrante en su vuelta años después a la casa que le vio
crecer como futbolista.
La gran
adquisición de este mercado, la única realmente troncal para el proyecto de
Xavi es la de Ferran Torres. Ferran empezó amenazante con un disparo que se
marchó por poco, tuvo un trabajo oscuro, fijando centrales, ofreciendo
descargas a los mediocampistas y siempre desmarcándose con sentido. Estuvo
cerca del gol en diversas ocasiones pero no estuvo acertado en el último
momento. Ya tras la expulsión, ofreció desahogo al equipo y amenaza al espacio
que se echaba de menos en el equipo. Con él, la sensación es que va a aportar
muchísimo tanto en el juego como en el marcador, y que su techo no se le
adivina por su juventud y crecimiento futbolístico de los últimos tres años.
Xavi tiene claro que será una pieza clave para el proyecto que apenas empieza a
caminar por su nivel futbolístico, capacidad goleadora y su verstalidad para el
ataque.
El que mejor
conocía el olor de la hierba del Camp Nou por haberlo pisado dos veces por
semana durante ocho temporadas, posiblemente las mejores de la historia del
club es Dani Alves. Su partido, manchado por su justa expulsión, fue un recital
de fútbol. Un gol y una asistencia para los amantes de la estadística ni
siquiera hacen justicia al despliegue de conocimiento del juego del brasileño
en la tarde del domingo. Xavi le colocó en esa posición innovadora de lateral
en fase defensiva y mediocentro o interior según requería la jugada en
construcción, con el objetivo de generar superioridades por dentro ante el
mediocampo rojiblanco que en ningún momento supo entender cómo pararle. Su
posición interiorizada evitaba el dos para uno a Adama, y fue clave para que el
de Hospitalet tuviera ocasión de encarar sabiendo que saliendo de su par el
peligro se aseguraba. Aupó a Busquets a una altura superior desde la que
acaudillar la excepcional presión del equipo tras pérdida, siempre ayudada por
la mejora en el circuito de pases que la pausa de Alves le proporcionaba a la
posesión azulgrana, y de la que participaba Alves saltando al centrocampista de
banda cubierta su espalda por la exhuberancia de Araujo a campo abierto. Nadie
diría ayer que tiene 38 años y más kilómetros que la guitarra de Angus Young.
El último en presentar
credenciales en el estadio azulgrana fue el último en llegar, Pierre Emerick
Aubameyang. Salió a la hora de juego por un ovacionado Adama, y en sus primeros
tres toques, tres descargas de primeras al centrocampista de cara, todos
tuvimos claro que no tiene nada que ver con los fichajes de mayor o menor
urgencia que el club se buscó para complementar la delantera, y cuyo nivel,
pese al innegable esfuerzo de casi todos ellos, no estaba acorde con un club de
la grandeza del azulgrana. Auba es otro nivel. Sus 32 años, si esa cabeza no le
vuelve a traicionar, deben darnos todavía bastantes tardes de disfrute en el
Camp Nou, pues pese a encontrarse nada más entrar, con la expulsión de Alves,
en un escenario nada favorable para demostrar su valía, fue una constante
amenaza que mantuvo a los centrales ocupados, y una ayuda imprevista cerrando
centros y apoyando en la defensa ordenada de la última media hora, en la que el
equipo no permitió siquiera una ocasión de gol a un Atleti en superioridad
numérica.
Fue un gran
estreno en casa de los "nuevos" en una gran tarde de fútbol como ya
casi no recordábamos desgraciadamente los culés. Cada uno puso su granito de
arena en mayor o menor medida para una victoria tan importante como terapéutica
tras la eliminación de las copas y las dudas que empezaban a sobrevolar en el
entorno. Con estas cuatro incorporaciones, Xavi tendrá que empezar a escoger, y
seguirá teniendo opciones en el banquillo para meter revulsivos si el plan
inicial no acaba de funcionar en un partido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario