Pasan las jornadas, y siguen apareciendo por aquí relevantes figuras del filomadridismo para contarnos #ComoHaJugadoElMadrid. Esta jornada, tras el intenso Barça-Madrid de la pasada semana, se pasa por el Blog @jcroav uno de #MisVikingos de nuevo cuño, que como dice la canción, llegó a nuestras vidas casi por casualidad.
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Nuestro cronista presumiendo de trofeo futbolístico |
Jose Carlos, Josele para los amigos, cordobés afincado hace unos años en Madrid, es compañero de trabajo de Paloma, la mujer del Capi de nuestro equipo de fútbol, el mítico Sallema. El Capi, Alberto (que ya pasó por aquí para dejarnos algunas perlas hacia su bien amado Benzemá), siempre anda intentando reclutar savia nueva para reforzar el equipo, y el chico apenas acaba de doblar la treintena. Y cuando digo esto, no es que lo hiciera hace un par de años, sino hace una semana, el muy cabrón.
Todo ello, sumado a las ganas de Josele por jugar, le hizo empezar a aparecer en el equipo, al principio de manera más testimonial, pero poco a poco, entre que fue cogiendo confianza y que a través de su ya emblemático vudú, que hace que se lesione cualquiera del equipo durante la primera parte si él se queda de suplente, se ha hecho con un hueco en la banda derecha del equipo, preferentemente en el lateral.
Además, Josele es del tipo de personas con las que es muy fácil congeniar. Siempre con la mejor de sus sonrisas, es un fijo en las cervezas del tercer tiempo del equipo, ya sea para una caña de un cuarto de hora, o para prolongarla hasta las 6 de la mañana si hace falta. Con el añadido de que tiene mucha mano con los peques que se ha hecho inseparable de nuestras hijas pequeñas, que le adoran, y siempre preguntan por él cuando hay cualquier plan diurno previo o posterior al partido.
Futbolísticamente, Josele sigue soltándose cada día más. Tiene pendiente el gol, pero ya lo va rondando, pues el pasado domingo casi nos da el empate en el último minuto con un gran disparo que repelió el travesaño para nuestra desgracia. Disciplinado en defensa, cada vez cierra mejor atrás, y se atreve a salir jugando y correr la banda hasta línea de fondo, dejando algún que otro gran centro. Pero tiene margen de mejora, pues además, se deja guiar con humildad. Importantísimo.
Sin más os dejo su crónica sobre la última muestra de esoterismo del Madrid.
Antes de entrar en materia, quiero dar las gracias a mi buen
amigo el Culé de Chamberí, por darme la oportunidad de participar en este su
gran Blog, su experimento social, al que nos tiene a todos enganchados con las
crónicas que nos va dejando cada semana. Enhorabuena por el blog y por tus
intervenciones en la radio ;).
Hoy, como madridista, me ha tocado hacer la crónica del
último partido del Real Madrid frente al Deportivo de la Coruña.
El partido, fue uno más dentro de la tónica general a que
nos tiene acostumbrado el equipo este año. Me atrevería a decir, que salvo
contra el Atlético de Madrid, en donde los astros y las lesiones se alinearon
para que el once permitiera que saliera
un partido casi perfecto, los demás se podrían resumir de la misma forma. Le
dicen a Zidane que ha batido un récord de partidos invicto, y creo que todos
los no forofos y hooligans del madridismo tenemos un pensamiento parecido, o
eso creo. Es cierto, hemos batido un récord de 35 partidos invictos, pero todos
los podríamos haber perdido. Zidane mismo lo dijo: “soy un tipo con suerte, lo
fui como jugador y lo soy como entrenador”. Desde luego, nadie podría haberlo
dicho mejor, pero eso no siempre vale.
El partido comenzó con la noticia de una importante
revolución en el once. Zidane puso sobre el tapete un equipo que no se veía
desde la pretemporada cuando aún no se habían incorporado los internacionales,
pero en principio un equipo de garantías para ganar al Deportivo, que no
obstante, tiene un muy buen equipo y un tridente ofensivo con Çolak, Babel y
Andone, que hace mucho daño, los resultados no siempre les están acompañando, y
se les están escapando los partidos en los últimos minutos, pero creo que
merece una mejor posición que la que tiene actualmente en la clasificación.
La primera parte del Real Madrid, puso en duda la idea de
que el once a priori tenía el suficiente nivel para ganar el partido. El Real
Madrid no consiguió imponerse claramente al Deportivo, mucho control pero poco
peligro, salvo alguna jugada aislada de Isco que fue de lo mejorcito del equipo
en este período. Peligro que por otro lado estuvo principalmente del lado
deportivista, que puso en jaque la defensa y la portería madridista con varias
llegadas peligrosas centradas principalmente en el buen hacer de Celso Borges
en las jugadas a balón parado que con un
remate al palo casi deja al Madrid en la primera parte abajo en el marcador.
Salvo esto, poco más que comentar
Casi todo lo que tuvo que pasar, lo bueno y lo malo, sucedió
en la segunda parte. Los mejores minutos del Real Madrid coincidieron con un
gran gol de Morata, se saco de la chistera un gran disparo desde fuera del área
que sorprendió al portero del Deportivo. La verdad es que la primera parte de
Morata había sido más que discreta, más allá de estar en cualquier discusión
sobre el campo (alguien debería decirle a este chico que se relajara un poco),
pero el gol fue todo un golazo. Esto pareció dejar noqueado al Deportivo, y el
Madrid empezó a dominar más intensamente.
A lo que sucedió en los siguientes 15 minutos todavía le
busco explicación, a la que más sentido le encuentro es a la de darle un poco
de emoción al partido, porque si no, lo siguiente que se me ocurre es que
tenemos jugadores que no son nivel Real Madrid jugando en el equipo. De pronto,
Casemiro, quiso jugar a lo que no sabe, y quiso hacer lo que ya ha demostrado
que no es capaz de conseguir. Como dice mi amigo el Culé de Chamberí: “no hay
peor futbolista que el que se cree mejor de lo que es”, pues Casemiro, aplícate
el cuento. Comenzó a amagar en una jugada en la que debería haber despejado a
la primera y Andone, muy pillo y un guerrero en el campo, le quitó el balón y
lo sirvió en bandeja para que Joselu pusiera el balón donde Keylor no podía
llegar. En serio, un jugador “baluarte” de un equipo que pretende ganar como
mínimo Liga y Champions, no puede hacer eso, no pude cometer esos errores.
Por si fuera poco, tras tan solo unos minutos, aun nos
quedaría la cruz del partido de Ramos, bueno, digamos que hasta el momento en
el partido de Sergio todo venía siendo más o menos una cruz. Una perdida en el
centro del campo y una defensa de Sergio pésima de la contra hizo que el
Deportivo, con los mismos protagonistas que en el primer gol, le diera la
vuelta al partido, surrealista pero cierto.
Con el 1-2, llegaba el momento del toque de corneta, Zidane
comenzó a hacer cambios, para mi bastante poco acertados, como de costumbre. En
mi opinión, tardó demasiado en dar entrada a Marcelo y no entiendo que dejara a
James todo el partido. En lo que no se equivocó es en poner al de siempre,
Lucas Vázquez, y en darle minutos a Mariano, aunque fuese a la desesperada.
Entre los dos fabricaron el empate, centro de Lucas y remate, con lo que pudo,
de Mariano (el salto pareció perfecto, pero al final le dio con la
espalda/hombro), aunque da igual, lo importante es que había llegado el empate.
Lo cierto, es que daba la sensación de que podría pasar
algo, como viene siendo habitual. El amigo con el que lo veía me decía, y le
doy la razón: “Lo increíble es que parece seguro que va a pasar algo y el
Madrid va a ganar este partido”. Con el 2-2 el Depor dio un paso atrás y el
Madrid empezó el acoso. Y llegó el minuto 92 de partido. Una vez más, y ya
parece que no es casualidad, llegó la cara en el partido de Ramos. Otra vez a
balón parado, otra vez previo bloqueo de sus compañeros, otra vez remate solo y
otra vez marca gol. El Real Madrid, una vez más, le había dado la vuelta al
partido, 3-2. ¡Increible!, como les dije a mis amigos, olé por Ramos, en cuanto
a fe y confianza no le gana nadie, y le prefiero a él de delantero que a
Benzema, pero alguien debería de ponerle las pilas en el trabajo defensivo,
porque no es delantero, es defensa.
Al final, nueva victoria, seguimos a 6 puntos de Barcelona,
nos vamos a Japón con el liderato asegurado, y todos
felices, o casi todos. Creo que no soy el único madridista que empieza a pensar
que no nos gusta esto de las remontadas continuamente, es como una droga para
forofos, hacen que no vean la realidad, y es que tenemos un equipo que no juega
a nada o casi nada y que parece que gana solo por calidad de la plantilla, por
la confianza de Sergio Ramos y por eso que decía Zidane en la rueda de prensa,
que es un tío con suerte. A quienes nos gusta el fútbol de verdad, nos gustaría
que nuestro equipo jugara de otra forma y a otra cosa, y no tener la sensación
de que disfrutamos más viendo un partido del Sevilla o de la Real Sociedad que
los partidos a que nos tiene acostumbrados este Real Madrid, salvo esos 15
minutos de remontadas.
Que os parece, estáis de acuerdo con Josele? Dadle caña, que el tío tiene aguante. Y a ver si mejoramos nuestra audiencia en la provincia de Córdoba ;-)