jueves, 15 de diciembre de 2016

Jornada 15. Osasuna-Barça. ¿Vuelta al modelo? Ojalá, pero no lo creo...

Tras desperdiciar la semana pasada la posibilidad de recortar puntos al Madrid, el Barça se presentaba en Pamplona, plaza tradicionalmente poco propicia para el barcelonismo, con la imperiosa necesidad de ganar, para al menos, mantener las distancias con el Madrid, o intentar meter un poco de presión a los merengues que jugaban horas más tarde.



Como en lo segundo, visto lo visto, no se ven muchas posibilidades, ya que el Madrid sigue ganando, de aquella manera, pero ganando; al menos, la victoria fue balsámica para un equipo en el que las dudas comenzaban a aflorar, sobre todo en el famoso entorno (prensa, afición...).

El equipo, que ya había realizado un muy buen partido en Champions entre semana en la intrascendente victotria sobre el Borussia Monchengladbach, buscaba en el nada habitual horario de las 13.00 del sábado, ante el colista Osasuna dar continuidad a las buenas sensaciones, coincidiendo con la vuelta de uno de los guardianes de la clave de bóveda del modelo, Andrés Iniesta, que  ya había sentado cátedra en su reaparición ante el Real Madrid en la segunda parte, y en una maravillosa primera parte en Champions donde completó 100 pases en campo contrario, lo que da una idea de su influencia en el juego con más de dos pases por minuto, algo absolutamente implanteable sin la presencia de un juego posicional como el que a servidor le han habituado durante la época más gloriosa del Barça.

De salida, dos novedades a resaltar además de la entrada de Arda, tras su hat-trick en Champions en lugar del sancionado Neymar. En primer lugar, Umtiti, que ya recuperado de su lesión muscular volvía al once para formar junto a Piqué la mejor pareja de centrales posible para la salida del balón. Y el muy criticado André Gomes, que sigue contando con la confianza de Luis Enrique, por encima de un Rakitic en un muy bajo estado de forma.

Durante la primera parte, tan solo la sorprendente falta de acierto en el remate de Messi y Luis Suárez evitaron que el partido quedara ya finiquitado antes del descanso. Osasuna, apenas tenía posibilidad de acercarse, y el triángulo Piqué-Busquets-Umtiti daban cierta velocidad al balón desde atrás, con especial mención a la proyección ofensiva de los dos laterales, que con posterioridad fueron decisivos.

Al comienzo de la segunda mitad, llegó el peor momento del equipo, como casi siempre, al salir quizás algo desconcentrado, lo que a punto estuvo de costar caro en una gran jugada del escurridizo Sergio León (muy buen delantero al que apenas conocía), que acabó con un extraordinario disparo en parábola que se estrelló en el larguero de la portería de un Ter Stegen, que salvo en esa jugada fue un espectador más durante el resto del partido.

El susto volvió a despertar al Barça que en una gran jugada colectiva con Busquets haciendo amagues en la frontal hasta encontrar a Messi, que perfectamente sincronizado con la llegada de Jordi Alba, le filtraba un balón a la espalda de la defensa que el de Hospitalet, cedía a Luis Suárez, para que el uruguayo tuviera solo que empuja a puerta vacía el primer gol.

Diez minutos después, una galopada de Messi, encuentra a Denis, que espera la llegada de Alba de nuevo, que centra atrás para que Messi, a placer de nuevo, marcara el ya más que definitivo para el partido, segundo gol. Pero aun nos esperaba una obra maestra, una más, de Messi, quien, en el descuento, desparramaba a todos los rivales que le salían al paso, prácticamente andando, para, con un par de amagues finales, encontrar el hueco entre los centrales y el portero, ya vencidos, para suavemente depositar el cuero en las mallas osasunistas para cerrar un partido que puede marcar un punto de inflexión en la temporada, a expensas de confirmarlo definitivamente el próximo domingo en el derby barcelonés ante un enrachado Espanyol.

Aparte de Iniesta y Messi, que se pueden considerar fuera de concurso en cuanto a magisterio futbolístico, me gustaría destacar la evolución de Jordi Alba, quien suplió con creces la ausencia de Neymar, y aprovechando la mayor calma y tendencia hacia adentro de su sustituto Arda, llegó en numerosas ocasiones, manteniendo un extraordinario tempo con los interiores y con Messi, y levantando siempre la cabeza para encontrar la mejor opción en la jugada, contrastando con el a veces acelerado lateral de hace unas temporadas que creaba peligro por insistencia, más que por conocimiento del juego. Solo falta que consiga pausar también sus numerosas niñerías dentro del campo para convertirse en un jugador al nivel de los mejores laterales de todos los tiempos.

En resumen, un gran partido en cuanto a juego, y también en cuanto a resultado, pues suele ser esto último consecuencia de lo primero, y mucho más si nos referimos al Barça. Una vuelta al modelo original, que espero tenga continuidad, aunque no las tenga todas conmigo; con una fluida circulación de balón desde los centrales hasta los delanteros, una posesión acompañada de localización constante en los albores del área contraria y llegadas oportunas de los laterales. Todo ello liderado con un muy buen Busquets, que siempre es el termómetro del juego azulgrana, un síntoma claro del juego del Barça. Si Busquets ha estado bien, el Barça ha estado bien; si Busquets ha estado mal, es porque el Barça ha jugado mal. Así de simple.

Sígueme en Twitter en  @culedechamberi y en facebook.com/unculedechamberi.





3 comentarios:

  1. Con el regreso de DON ANDRÉS al once inicial hay al menos 2 jugadores que vuelven a sonreir. El primero, Busquets, que ve cómo por fin hay un jugador en el centro del campo que le facilita la salida del balón, que entiende cómo va lo del juego posicional y otro Messi, que se ve más liberado de las tareas de juego de centrocampista que estaba asumiendo durante la ausencia de Iniesta. En no pocos partidos me daba la sensación de que el Barça se estaba argentinizando. Messi bajando al centro del campo (en bastantes ocasiones hasta campo propio) para ayudar a Busquets, subir el balón, sin apoyos de los interiores, hasta la zona de ataque y tratar de marcar/asistir (tarea difícil cuando solo hay 3 jugadores en zona de ataque contra no menos de 6-7 contrarios). En el partido contra el Madrid, al poco de entrar Iniesta, Messi recibe un pase entre líneas espectacular (lástima de fallo) que llevaba más de un mes sin recibir.
    Volviendo al centro del campo. Viendo el bajo estado de forma de Rakitic y el pobre rendimiento que está dando Gomes, sería un buen momento para echarle valor y dar oportunidades a jugadores jóvenes del filial, bien para el lateral derecho (y subir a S.Roberto a su verdadero puesto) o para el centro del campo como interiores (hace poco hablabas de Aleña), o aprovechar más a jugadores como Denis, que al menos a mi me parece que en los minutos que ha jugado ha aportado más que Gomes/Rakitic...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amigo Goose,
      gran análisis. Como viste el domingo, tus plegarias sobre el medio campo fueron escuchadas, y salió Denis, que pese a estar bastante gris, por su colocación, perfil de jugador y calidad posicional dio tanto a Sergi Roberto, como a Messi la posibilidad de desatarse. Poco se ha dicho de esto, y hay algunos que dicen que Rafinha es mejor, que mete más goles y se tira más al suelo, pero estamos hablando de juego posicional, y ni Arda, ni Rafinha, ni mucho menos André Gomes tienen automatismos interiorizados o perfiles futbolísticos para desarrollarlo.

      Eliminar
    2. Sí, pero resulta que LE, en vez de darle más confianza le sustituye el 1º, después de que el Barça nos regalara 65 minutos de auténtico peñazo, y justo antes de que Messi decidiera ponerse a jugar, con lo que queda "retratado". En cuanto a LE, ¿vamos a tener que rezar por una temporada sin títulos para que se le empiecen a pedir responsabilidades por la vulgarización tan absoluta a la que ha llevado al Barça? Hemos pasado de tener una idea, un plan de juego a depender de la inspiración de alguno del tridente o Iniesta (al más puro estilo Real Madrid). Que parece que como es antimadridista y la pelotita entra, todo vale...
      en fin,
      ¡Luis Enrique dimisión!
      ¡Directiva dimisión!

      Eliminar