Llegaba el Barça a Getafe, y mi amigo @gildrix, que aparte de mi mentor radiofónico, también es el speaker del Getafe en casa, me invitó junto al primigenio Culé de Chamberí, mi padre, a ver el partido en directo el sábado a la hora de la siesta o del Gin Tonic, según las costumbres de cada uno. Desgraciadamente, uno tiene una agenda demasiado apretada y ya estaba planificada desde hace meses una visita a Córdoba, donde mi lateral derecho titular Josele, hizo de Cicerone de manera impoluta, hasta consiguiéndome un par de bares donde pude ver el partido, en su primera, a falta del primer cuarto de hora, y segunda parte.
Valverde volvía a repetir la alineación de gala de la Juve, con la única inclusión de Sergi Roberto por Semedo en el lateral derecho, previendo una defensa retrasada y numerosa, como así fue, del Getafe. De esta manera, ganaba un elemento en la asociación para la circulación de balón, teniendo ya la banda ocupada para la profundidad con el desdichado Dembelé.
Como he comentado, llegué en el minuto 15 de partido más o menos, pero en las dos primeras jugadas, ya se vislumbraba a Messi demasiado cerca de la base, por lo que evidentemente, la circulación del balón no estaba siendo demasiado satisfactoria. A los pocos minutos, en una jugada desgraciada, llegó la primera verdadera mala noticia de la temporada, una lesión del recién llegado Dembelé, que le mantendrá unos 4 meses de baja, más la pretemporada posterior que necesitará, incluyendo el proceso de adaptación al juego, que apenas había iniciado una semana antes. En mi opinión la noticia es más grave para el propio jugador que para el equipo, pues es una posición con un sustituto muy claro, Gerard Deulofeu, quien tendrá esa oportunidad de reivindicarse que solicitaba, y podremos todos saber si su nivel da realmente para ser titular en el Barcelona. Yo le tengo fe. Además, existen piezas que pueden cubrir también ese hueco, como Denis, Alcácer e incluso Arda, si vuelve a ser futbolista de élite.
La primera parte se desarrollaba según lo que quería el Getafe. Y las llegadas azulonas eran casi más peligrosas que el continuado asedio azulgrana. Y en una jugada con un balón colgado tras una falta rechazada, Markel Bergara, bajaba el balón, que venía con nieve, para la llegada en segunda línea del japones Shibasaki, quien con un golpeo de una calidad tremenda, mandaba su volea a la escuadra izquierda de Ter Stegen, que veía como recibía el primer gol de la Liga. De ahí, al descanso, tan solo una postrera falta, magistralmente lanzada por Messi, y no menos sensacionalmente parada por un inspirado Guaita, con ayuda del larguero. Fue una primera parte, donde el plan del técnico del Getafe, Bordalás, salió a la perfección.
En el descanso, Valverde tomó una decisión trascendente, meter a Denis Suárez en el equipo en lugar de un apagado Iniesta. El gallego entró con confianza y aporte desde el primer momento, todo un acierto. Es cierto que sin el gol, quizás no estaríamos hablando así de él, pero le dio un toque de entusiasmo a un equipo demasiado plano. De hecho, para mi, el arranque del segundo tiempo fue diferente por mejor que el final del primero. Y luego está el golazo que marca en un momento decisivo, cuando empezaba a bajar ese empuje del comienzo de la reanudación.
Y el otro cambio, es cierto que en su única jugada, marcó el gol de la victoria. El controvertido Paulinho, marcó un golazo en un resumen de lo mejor que puede aportar el jugador. Llegada en ruptura desde segunda línea, fueza enorme para aguantar la entrada del defensa y latigazo sensacional cruzado, inalcanzable para el portero. Pienso que este gol le dará a él y a Valverde un plus de confianza muy necesaria en esta prematura fase del proyecto. Y es que las decisiones intervencionistas de Valverde, desde el fracaso de los 3 centrales del Bernabéu, están saliendo bien siempre, ya sea por su influencia en el juego, o en el marcador, si bien, estas últimas, para mi no dejan en muchos casos de ser casualidad, pero le hacen ganar crédito a ojos de todos, y eso es algo fundamental cuando intentas asentar un nuevo proyecto.
En la vertiente negativa, la espesura de juego posicional, quizás también ayudada por el cansancio de elementos que ya suman una buena cantidad de partidos seguidos entre equipo y selecciones, y el césped seco y alto que de manera lícita eligió el Getafe. Y en el plano individual, Piqué y Luis Suárez. Son dos jugadores pesados, a los que les suele costar el inicio de temporada, y espero que ésa sea la principal razón de su decepcionante desempeño. El de la Bonanova está viéndose demasiadas veces superado, y tan solo la contundencia de Umtiti evita una mayor exposición. El uruguayo está lento e impreciso, preocupantemente impreciso. La nueva variante que le lleva más a la banda resalza esta sensación de lentitud e imprecisión. Sin embargo, sigue haciendo movimientos perfectos de delantero, como arrastre del primer gol que se lleva a dos defensas y deja el espacio justo para que Denis, pudiera armar el disparo. Esperemos que en el próximo mes veamos una mejora de estas dos piezas claves del equipo, porque si no, sí que sería extremadamente preocupante para el futuro del equipo esta temporada.
En resumen, un partido de empate que acabó llevándose el Barcelona. Precisamente ese tipo de partidos que el año pasado costaban puntos que luego tanto se echaron en falta. El juego experimentó un cierto retroceso, pero esperemos que tan solo sea un reflejo de las circunstancias y el buen planteamiento rival, más que un frenazo en la construcción del nuevo proyecto. En próximas fechas tendremos la respuesta. La primera, este martes en el Camp Nou ante el Eibar, otro hueso para el juego del equipo en principio.
Buen análisis, Jordao
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ResponderEliminarGracias amigo
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