Llevábamos 3 partidos sin ver ganar al Madrid, y el esforzado periodismo buscaba razones más allá de lo futbolístico. Por una vez estoy de acuerdo, al Madrid mucho mejor analizarlo desde el esoterismo, que desde el tozudo análisis futbolístico. Ya lo dice muy bien Iñako Diaz-Guerra:
Y con esas, tras concienzudo análisis de las circunstancias laterales concurrentes, llegaron a la conclusión: Xantofobia, tienen pánico al amarillo los jugadores del Madrid. ¡Brillante, una vez más!. Por eso, una vez confirmado que el Eibar no vestiría con su segunda equipación amarilla, todo fue tranquilidad, y hasta el discutido Danilo se atrevió a vaticinar que el Eibar pagaría los platos rotos, tras el récord de empates de Zidane, esta vez sí que superando a Guardiola para alborozo del madridismo más rancio. Pero e qui li qua, se olvidaron que su indumentaria titular era azulgrana, la misma que la del equipo que les ha levantado 6 de las últimas 8 Ligas. 6 Ligas, sí; ese Campeonato que se ha vuelto importante desde que Zinedine Zidane confirmó que era el principal objetivo del Real Madrid para este año.
En cualquier caso, pese al indudable peso del esoterismo en los resultados del Real Madrid, yo me voy a circunscribir al análisis meramente futbolístico del juego del equipo, que por otra parte es lo menos habitual por aquí en la capital.
Hablemos de Zidane. Un entrenador con un pasado glorioso como futbolista, lo que le ha granjeado la bula general del filomadridismo, pues todas y cada una de las palabras, actuaciones u omisiones del francés eran recibidas como si fueran la obra de un visionario. Zidane, no habla nunca de fútbol (como LE, por cierto), es un manual de tópicos concatenados, que si la intensidad, que si la camiseta no gana partidos... eso sí, todo con una sonrisa que embruja a todo aquel que le oye, incluidos los jugadores, para los que en muchos casos era el ídolo de niñez, y ese es un activo que ha explotado en la gestión del vestuario, una de sus grandes virtudes, según vengo oyendo. Tácticamente, su única aportación ha sido la presencia de Casemiro (aquello que tanto se criticó a Benitez), y lo hizo una vez hubo declarado públicamente que la Liga pasada estaba perdida, algo así como en febrero. Antes de eso, Casimiro, ni convocado. Sus inicios prometedores con dos goleadas en casa ante Depor y Sporting ha ido deviniendo en un juego que parece que no encandila precisamente al madridismo; pero a día de hoy, Zidane sigue siendo intocable. Yo, como culé, estoy absolutamente encantado de que sea así. Lo digo como lo siento.
Zidane ha entrado con el pie derecho en el Madrid |
El partido del Eibar, que debo decir que vi un poco a salto de mata, dada la hora y al tener familia en casa, fue una muestra de impotencia del Madrid frente a una defensa muy ordenada y que salía jugando con más toque que profundidad, gracias a la absoluta ausencia de presión por parte del equipo blanco. Bien es verdad que las ausencias en el Real Madrid eran muy relevantes, tanto por influencia en el juego (Modric, Marcelo) como por falta de sustitutos en la plantilla (Casemiro y Marcelo, otra vez). La influencia de los ausentes no se puede soslayar, más aún viendo la exhibición de fútbol de Luka Modric en Dortmund el pasado martes.
El Eibar tuvo la fortuna de adelantarse en una pelota colgada desde tres cuartos, en la que ningún medio sigue a Fran Rico, que remata solo y muy bien; pero se encuentra a Keylor, otra vez más en los últimos partidos, casi metido en su portería, lo que denota una falta de confianza todavía importante, en un portero que sí la tenía, y a toneladas, la temporada anterior. Imagino que con el paso de los partidos, irá cogiendo el sitio, y dando esos dos o tres pasos para adelante absolutamente indispensables para mantener el rendimiento de la temporada anterior, que por otra parte, creo que no volverá a repetir.
En el gol del Eibar se puede ver que Keylor está casi dentro de su portería |
No tardó en empatar el Madrid en una buena jugada de Cristiano (su primer regate en Liga, por cierto, según las estadísticas) con un gran centro al segundo palo que Bale, físicamente imponente cabeceó abajo ante la desesperación de Riesgo, que nada pudo hacer. En ese momento, parecía que la remontada del Madrid era inevitable pues quedaba más de una hora de partido. Pero no fue así...
Con este sensacional salto Bale empató el partido |
El juego del Madrid me dejó dos cuestiones reseñables. La primera, la ausencia de juego entre líneas, pese a la presencia de Isco, lo que facilitaba mucho la defensa del equipo armero, evitando a los centrales tener que adelantar su posición, dejando espacio para los delanteros merengues o a los mediocentros tener que salir a los costados, facilitando el tiro exterior de Kroos o Isco. El balón llegaba principalmente gracias a un pelotazo cruzado desde la linea defensiva (Pepe o Varane) hasta la posición de ataque en la banda de Cristiano y Bale, lo que facilitaba sobremanera la basculación de la defensa armera, sin dar lugar a ningún desequilibrio en la colocación del esquema defensivo. El balón llegaba, pero nunca en ventaja. En este punto la ausencia de Modric fue capital.
En esta imagen se puede ver la ausencia de juego entre líneas |
Segundo, y quizás consecuencia de esto primero, aunque no descarto que fuera planificado, el excesivo número de balones colgados, no ya desde línea de fondo, sino desde línea de tres cuartos. Cada vez que un lateral o interior tenía un balón en una de las bandas, aunque fuera a 30 metros de línea de fondo, colgaban el balón a la espera del remate de Bale, Cristiano, Benzema o luego Morata. Estos balones son una bendición para defensas expertos y bien arropados como eran los del Eibar el domingo. Adicionalmente, al jugar los jugadores exteriores de ataque a pierna cambiada (Bale y Cristiano), la llegada a línea de fondo era patrimonio de los laterales, uno de los cuales, Danilo, también jugaba a pierna cambiada, lo que desembocaba en la excesiva cantidad de balones a la olla antes comentada. Aquí, creo que se notó mucho la ausencia de Marcelo para agitar el juego de ataque del Madrid.
Además, la falta de presión por parte del Madrid y la ausencia de recuperación de la pelota, facilitó que el Eibar no pasara muchos apuros, y pudiera desplegarse fácilmente hasta tres cuartos, con el añadido que, en ningún caso, descolocó su defensa, dificultando la salida en contraataque del Madrid. De hecho, no recuerdo una sola ocasión que viniera de un contraataque del equipo blanco.
En resumen, un partid demasiado plano, que el Madrid es cierto que pudo ganar, pero que en ningún momento, ni siquiera en el descuento parecía que estuviera dominado, ya que poco o nada se le vio a la defensa del Eibar achicar balones agobiada.
Esta es la opinión del Culé de Chamberí sobre el partido de este fin de semana del equipo blanco. Me he visto obligado a realizar yo la crónica, ante la imposibilidad de todos #MisVikingos a hacerla por las más variadas causas, todas ellas justificadas por cierto ;-)
Espero vuestros comentarios, espero que ácidos y ofensivos ante mi opinión subjetiva, interesada y desmedida del pobre juego del Madrid.
Podéis seguirme en @culedechamberi y en facebook.com/unculedechamberi.
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