Una vez oí decir que en la vida, lo único que realmente se escoge son los amigos. Llegan a tu vida, sin orden ni concierto, en épocas dispares, a través de amigos comunes, en unas vacaciones, en el pueblo, los encuentras en colegios, universidades, equipos de fútbol, o son novios puntuales de amigas o de las amigas de tu novia o mujer. No puedes planificar su llegada, pero debes trabajar su permanencia.
Mario, el primero agachado por la derecha con Los Osos |
El cronista de esta Crónica Sallemista, Mario, llegó por un amigo común, el gran @fernonhortal, en una época en la que como dice la canción de P´aquí, P´allá de La Fuga: "vivíamos más de noche que de día, soñábamos más despierto que dormido y bebíamos más de lo que debiéramos y los domingos nos solíamos jurar: cambiaré de vida". Las circunstancias de aquel entorno, y nuestra natural desenvoltura para movernos en él como pez en el agua, nos siguieron juntando hasta que, hoy en día, quedamos en el Retiro para que nuestras hijas jueguen juntas y tomarnos unas inofensivas cervezas en cualquier terraza de la zona. Hay que ver para lo que hemos quedado...
Personalmente, no puedo olvidar (y no es amenaza sino elogio) que colaboró activamente en mi Despedida de Soltero, concretamente en la Fase 2: tomemos Badajoz!, donde ejerció de Cicerone y, siendo sobre todo clave para mi supervivencia en aquellas primeras horas de la mañana del jueves al viernes, cuando tras ser obligado a una ingesta etílica masiva con Absenta negra incluída, me llevó a desayunar, ya amanecidos, dándome a probar la cachuela extremeña, manjar que me permitió aparecer redivivo pocas horas después en el paintball, para alborozo de mis implacables verdugos.
Además, Mario es futbolero, lo que ha facilitado trabajar su permanencia en mi círculo. Llegó a jugar en el juvenil del Badajoz, el equipo de su tierra. Formó parte del mítico Angarsa, junto con otros habituales de este Blog (Goose, Nacho, Fernon, Felipe...) y también jugaba a Futbol7 con los venezolanos que hemos ido incorporando al Sallema. Enseguida le incorporamos a las últimas temporadas de Los Osos (el equipo de servidor y #MisVikingos de Futbol7), y suele echarnos una mano en el Sallema cuando se le pide auxilio.
Sin más os dejo con su crónica, que espero sirva para subir la minada moral de las huestes sallemistas. Por creatividad, ingenio, y habilidades literarias no quedará...
Antes de empezar esta crónica, es importante poner en valor
una cosa que todo equipo de fútbol debe tener, "el filial" (Como
alguno lo ha llamado estos días). El filial es ese grupo de personas de las que
tiras en caso de que el primer equipo no esté al completo. Yo, pertenezco a ese
grupo.
Una vez dicho esto, ya podemos entrar a contar la crónica
del partido...
Ya desde muy pronto se vio que el partido iba a ser una
pelea por ir subiendo los escalones que nos iban poniendo...
El primer escalón llego antes incluso de empezar el partido,
con la baja de dos jugadores importantes del primer equipo, y esto sumado a las
lesiones y a que nadie leyó la crónica anterior hecha por el capi, dio lugar a
que algunos jugadores del "filial" entramos en la convocatoria final
para jugar el partido.
Una vez superado el primer escalón, llega el segundo, en
forma de zapatazo en la primera jugada del partido, cuando aún ni siquiera nos
había dado tiempo a colocarnos en el campo, vuelta a la pelea sin ni siquiera
haber tocado aun un balón. Ni que decir tiene, que esto, a un equipo normal les
habría condicionado para el resto del partido, pero nosotros somos cualquier
cosa, menos un equipo normal, con lo que encajamos bien el golpe, nos asentamos
en el campo y empezamos a cogerle el pulso al partido.
Mi sensación de este tramo del partido es que éramos dueños
de la pelota la mayor parte del tiempo y gracias a la buena salida que nos
daban Nando desde la defensa y Alejandro y Maki en el medio del campo, pudimos
empezar a lanzar a nuestros delanteros y tener algunas llegadas peligrosas a la
portería contraria. Y justo en ese momento, en el que teníamos superados el
primer y el segundo escalón, y parecía que podíamos sacar algo positivo del
partido, llegaron los dos siguientes escalones, muy juntos y golpeando en
diferentes sitios... el primero en forma de gol y el segundo en forma de lesión
del Capi.
Lejos de desanimarnos por estos dos nuevos escalones que se
nos planteaban subir, el equipo siguió en la misma línea, con momentos de buen
juego y creando ocasiones en la portería contraria. A mi modo de ver, creo que
hicimos una muy buena primera parte en la que creo dominamos gran parte de ella
a pesar de irnos perdiendo a la caseta.
Y es en el descanso (o un poco antes para ser exacto), donde
nos llega el próximo escalón, otra vez en forma de lesión, la de nuestro
ariete, que nos dice que no puede seguir en la segunda parte.
A estas alturas de la mañana, en el descanso del partido,
las sensaciones que tenemos iban desde la incredulidad de tener que estar
remando contracorriente desde el inicio de la mañana hasta el optimismo de
estar cuajando un buen partido por parte de todo el equipo. Ni atisbo de
pesimismo por tener que jugar toda la segunda parte con uno menos.
Y es así, que empezamos el segundo tiempo tal y como
terminamos el primero, con el equipo bien armado atrás y buscando salir rápido
con nuestra gente de delante. Y a pesar de jugar con uno menos, nunca le
perdimos la cara al juego y al partido, y tanto es así que seguimos teniendo
oportunidades de cara a la portería contraria, y es en una de estas llegada que
marcamos nuestro gol, al trasformar un penalti clarísimo hecho sobre nuestro
delantero. No obstante, con el paso de los minutos cansancio acumulado por
jugar con uno menos tanto tiempo hizo que poco a poco nos fueran cayendo más
escalones (hasta tres)...
Y por último, el tercer tiempo, en el que sin duda, somos
los mejores, es en este tiempo donde terminamos de subir todos los escalones
para situarnos por fin en la cima de una mañana difícil pero a la vez divertida
y plena.
En definitiva y a pesar del resultado, creo que hicimos un
buen partido, bien luchado y bien jugado, sin perderle la cara nunca al
encuentro a pesar de las circunstancias. No me cabe la menor duda de que este
equipo, conseguirá el objetivo marcado.
Yo por mi parte, a pesar de mis evidentes limitaciones,
seguiré yendo a jugar con los "mayores" y a echar una mano en lo que
pueda siempre que se necesite gente con ganas del "filial".
El cronista me ha escrito recientemente para pedirme que haga mención al espléndido partido en banda derecha que hizo otro de los chavales del filial, Nacho, al que también yo quiero desde aquí agradecer y felicitar por su aportación.
Y también desde aquí un abrazo y el deseo de una pronta recuperación a David, nuestro improvisado delantero en la primera parte, al que un pinchazo mandó al banquillo antes de tiempo, aliviando a los defensas contrarios, que no habían detectado prácticamente ni un movimiento suyo en 40 minutos.
Buena crónica y una pena el resultado y todo lo que fue ocurriendo durante el partido... desde la crispación sin sentido del arbitro, los goles tempraneros y las dos lesiones...
ResponderEliminarGracias Culé por el apoyo! en tres semanas ya estoy listo de nuevo...
Un abrazo!!
La lesión del Capi mas que una lesión fue una tragedia. Que partido todo lo que podía salir mal salía peor
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