lunes, 27 de febrero de 2017

Jornada 24. Atleti-Barça. Messi y Ter Stegen le meten ficha a la Liga

Vaya por delante que el resultado de la jornada de ayer, como dije en la radio el viernes, pienso que puede dar la Liga al Barça. La jornada presentaba para mi la salida más complicada que le queda al equipo (Bernabéu al margen), y en un momento de moral complicado tras la debacle de San Valentín, y el horrible partido de la pasada jornada con el Lega en el Estadi.


Esta vez, Luis Enrique tomaba decisiones, y muy relevantes, en el once de inicio, tanto en nombres (dejando fuera a Jordi Alba y a Rakitic) como en disposición táctica (3 centrales con balón, y Sergi Roberto haciendo el esfuerzo en el repliegue para formar línea de 4). Sin llegar a ser clave, desde mi punto de vista, en la victoria, podemos afirmar que esta vez sí que ayudó a la mejora del equipo, pese al discreto partido de dos jugadores clave como Busquets e Iniesta, en un preocupante estado de forma.

La primera media hora cumplió con la historia de los partidos fuera de la temporada: el rival superior hasta que se le fue agotando la gasolina. Bien es cierto que los últimos quince minutos de la primera parte ya cambiaron las tornas y pasó a ser Oblak y no Ter Stegen como hasta entonces, quien opositaba a máximo responsable de la ausencia de goles en el partido.

En la segunda parte, desde el comienzo se vio un cambio de escenario, pues la cadencia de contactos con el balón de los delanteros del Barça aumentó significativamente. Hasta entonces, tan solo un valiente Neymar había destacado, balón parado de Messi aparte. Suárez ya se quedó mano a mano a los pocos minutos de la reanudación, pero tuvo que ser una jugada muy confusa, llena de rebotes, impropia del academicismo blaugrana, la que puso en ventaja al Barça.

El Atlético parecía en ese momento vencido, pero el balón parado les volvió a dar vida, con una falta lateral innecesaria de Busquets; magistralmente botada por Koke, como siempre, tensa y al primer palo que fue cabeceada, también como siempre, por el kaiser Godin, previa falta a Busquets, por cierto.

El Barça había mejorado mucho con la entrada de Rakitic por un flojo Iniesta, y llegó al gol en una combinación tras una falta en el medio del campo botada por Messi, que esprintó desde el mediocampo para llegar a rematar en el área pequeña una gran combinación de Suárez y del cada día más entonado Umtiti, que no perdió un solo balón en todo el partido, en una muestra más de que tenemos central zurdo para años. La celebración, esta vez sí que efusiva de Messi y sus compañeros abunda en la importancia anímica y clasificatoria de un resultado que espero marque un antes y un después en la temporada del equipo.

Por último, no puedo dejar de mencionar un nuevo partido fantástico de Ter Stegen. Y fantástico en los cánones más clásicos, no por dar salida de balón, como muchos de #MisVikingos (muy desacertadamente en mi opinión) critican. Sacó varias manos de nivel, y especialmente extraordinario estuvo en un pase de la muerte de Griezzmann que era gol o gol, y al que se adelantó estirándose y blocando un balón clave y dificilísimo. Cada jornada que pasa, el alemán va dando la vuelta a la opinión de más y más aficionados que todavía no veían a un portero que puede y debe marcar época en el Barça, y también alejando la sensación decepcionante que sus primeros meses de la temporada me habían dejado.

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