Primera jornada intersemanal, y el Barça visitaba el campo de Butarque, en las afueras de Madrid, en Leganés, donde hace ya años que trabajo y que por ello, goza de mis simpatías inequívocas. Tras el empate del fin de semana ante el Girona, pareciera que siendo el colista, con apenas un punto, era una víctima propiciatoria para la revancha azulgrana (o amarillo fosforito) y ahuyentar cualquier ápice de dudas sobre el equipo.
Y sin embargo, asistimos a un naufragio, una especie de harakiri colectivo del equipo, que me recordó dolorosamente a la derrota de Roma, porque tras el segundo gol del Leganés que remontaba el partido se produjo el mismo efecto que con el tercer gol en Roma. El equipo, absolutamente desquiciado y sin rumbo alguno, no fue capaz de construir un escenario que facilitara la remontada. Había más de media hora, una supuesta superioridad técnica, y un rival cansado, y el ataque azulgrana fue incapaz de acorralar a los pepineros en su área. Es más, cada vez que el balón pasaba del medio campo, se mascaba más peligro que en los insulsos y espesos ataques culés.
La alineación había sido numerosa, con la presencia de Vermaalen en el lateral izquierdo y Munir por Suárez en punta. Los primeros minutos fueron un recital de desmarques y arrastres del hispano-marroquí, que culminó en el gol de Coutinho es un gran golpeo en la frontal habilitado por un arrastre de Munir que Messi, tras irse de la vigilancia de cuatro locales, había detectado. Y con posterioridad, otro poste, o mejor dicho escuadra de Messi, en lo que parecía una segura y amplia victoria de los visitantes.
Sin embargo, en los últimos minutos de la primera parte comenzaron los problemas. Dembélé, se cerraba continuamente, facilitando un embudo por parte de la defensa del Leganés, ante la inoperancia ofensiva de Vermaalen y el juego predominantemente interior de Coutinho. Munir seguía compensando por delante los movimientos de Messi, pero cada vez se acumulaba más gente en menos espacios, y el Leganés comenzaba a desperezarse, aunque con poco peligro. Se llegaba al descanso con una sensación de más a menos clara.
Y la vuelta del vestuario no solo lo confirmó, pese a unos primeros ataques azulgranas. En un solo minuto cambió todo. Un balón cruzado desde la defensa ganando la espalda de Sergi Roberto, acababa en un centro muy bombeado, al que Vermaalen no llegaba a cerrar y El Zhar a placer cabeceaba el empate. A continuación, según se sacaba de centro un balón de Coutinho perdido en mediocampo tras recibir de Umtiti acabó en un balón en profundidad para el bullicioso En-Nasyri en carrera con Piqué, acabó con un despeje defectuoso al centro que Oscar Rodríguez el talentoso canterano, muy motivado como se vio en sus patadas, rebaño para batir sin remisión a un Ter Stegen que empieza a recoger demasiados balones de su red, aunque no se le pueda achacar demasiado.
A partir de ahí, lo comentado. Impotencia, espesura, y una imagen muy triste del Barcelona, con entrada de Alba, Suárez y Malcom para sustituir, hombre por hombre a Vermaalen, Munir y Démbélé, sin demasiada incidencia en el juego, incapaces entre todos de cambiar la dinámica del partido o al menos evitar la derrota en una jugada aislada. Y todo esto frente a un equipo que muy a mi pesar, no demostró mucho más que ganas y garra, y que sigue siendo un candidato preferencial para el descenso, aunque me encantaría que así no fuera.
Primera derrota en la sexta jornada cuando el año pasado tuvimos que esperar hasta la penúltima para asistir a una derrota. La pregunta es, ¿accidente o síntoma de algo más grave? Yo, no me siento capaz de decantarme, pero estoy profundamente preocupado por esta segunda temporada de Valverde. Tengo serias dudas que el techo de Valverde sea más que el equilibrado pero aburrido en general equipo del año pasado. Si así fuera, sería de agradecer que se eche a un lado, pues una vez superada la ruptura con Neymar, debemos volver a jugar un fútbol atractivo. Y no veo evolución sino lo contrario. Pero quién soy yo...
Además, el Madrid perdió 3-0 y somos más líderes, ¿no? A ver si dejamos atrás de una vez los ochenta, ¡Me cago en todo!
Actualización del Bestiapardómetro, que a pesar de todo sigue sumando:
Goles: 8
Asistencias: 3
Penúltimos pases: 1
Postes: 5
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