Uno de los objetivos del nuevo año era introducir a mis "coéquipiers" en las Crónicas de nuestros partidos del fin de semana. La semana pasada, entre mi ausencia encerrado en la nieve del Pirineo de Lleida, y la derrota y decepción ante un rival directo por la permanencia, tuvimos que aplazar la primera de las entradas de esta nueva sección del Blog: Crónicas Sallemistas.
Arriba de izda a der: Cote, Fabas, Josele, Ivan, Tate, Largo y Culé de Chamberí Abajo: Nacho, Asier, Alejandro, Charly y Alberto el Capi. |
Y como no, estrena esta nueva aventura, mi cronista de guardia, que con esta ya hace hat-trick de crónicas en el Blog, liderando las colaboraciones, tanto en cantidad como en calidad hasta el momento: nuestro carrillero treintañero Josele.
Josele fue el primer fichaje de la incipiente Dirección Deportiva del Sallema. Me explico: la mujer del Capi trabaja en RRHH y tiene la indicación de reclutar solo futbolistas de pedrigrí, susceptibles de ser abducidos por el sallemismo. Ni nivel de inglés, ni pollas, que sepa jugar, jajaja.
Se desenvuelve por el carril derecho, generalmente de lateral, puesto con el que se hizo a base de vudú a la competencia, pues cada vez que se quedaba en el banquillo no pasaba media hora sin que tuviera que salir por lesión de un compañero. Ante esta perspectiva, el Gabinete de Crisis decidió que era mejor hacerle titular.
El chaval cogió rápidamente de qué iba esto, como bien explica en su crónica, y cada vez está más adaptado a su rol. Ya solo le falta gritar mentando a la madre del interior de su lado cuando le hagan dos para uno en banda, pero mucho me temo que eso no se lo veremos hacer (aunque para eso ya estamos el capi y servidor). Últimamente, se empieza a prodigar en ataque con más que aceptable acierto y ya ha tenido hasta un larguero, además de varios centros y asistencias, que por poco no han acabado en gol.
Aporta también cierta juventud, pues apenas hace un par de meses cumplió los 30 (¡¡maldito jovenzuelo!!), y la media del equipo cuando juega puede que hasta baje de los 40 y todo. Siempre es positivo, se deja orientar y pocas veces desatiende sus obligaciones defensivas, pese a que está un tanto reciclado a la posición de defensa lateral derecho. Además, entre sus carencias en cuanto a medios de transporte (no tiene coche), la inexistencia de marcaje individual post-partido (no está casado, ni tiene hijos) y que se le nota que no hay que azuzarle demasiado para echarse unas risas y unas cañas, es más titular todavía en el tercer tiempo que en el partido.
Si a todo esto le sumas que escribe muy bien y siempre está de guardia para hacerme una crónica, para mi, como diría Pellegrini, es titularísimo. Os dejo con su crónica:
Si me preguntan cuando llegué a Madrid cuales son mis planes
para mi vida en la capital, probablemente en ese momento, uno de los últimos
sería volver a jugar al fútbol. De hecho, tuvieron que pasar varios años hasta
que surgiera la oportunidad. Tengo que decir, que creo que a estas alturas, y
dado que se tarda poco en hablar de mis cualidades futbolísticas, la única
forma de que volviera a estar 100% comprometido con un equipo de fútbol era
encontrar a Sallema.
Porque jugar en Sallema, no es solo jugar al fútbol, es que
juegas con tíos que saben mucho de esto, tíos con quienes te lo pasas muy bien,
en el campo y fuera, que lo dan todo y ponen en evidencia a cualquier grupito
de jóvenes venidos a más en el deporte rey, bien ordenados, que saben lo que
hacen y te ayudan a saber como hacerlo tú. Jugar en Sallema, supone que no solo
disfrutas las dos horas de partido, porque nuestro partido no termina en dos
tiempos, porque si buenos son durante los 90 minutos, mejores son en el tercer
tiempo.
En mi primera temporada en Sallema, conseguimos el ascenso a
primera división. Me costó desempolvar mi humildes cualidades futbolísticas
pero desde el primer día aprendí que puedes hacerlo mejor o peor, pero en el
campo con Sallema, hay que dejárselo todo. Por eso, los que me van conociendo,
saben que cuando más me cabreo conmigo mismo en el campo, no es porque no
consiga dar un buen pase, o no haga un regate (habré hecho 1 o 2 desde que
llegué jajaja), sino cuando no siento que lo esté dando todo en el campo.
Esta primera temporada en la nueva categoría no está siendo
de fácil adaptación, el salto de calidad de los rivales es importante, y aunque
como decimos, competimos todos los partidos, a veces no es suficiente para
estar donde creo que nos merecemos estar, que es fuera de los puestos de
descenso.
Este último partido lo jugábamos
contra otros recién ascendidos como nosotros, de hecho el campeón de nuestra
liga del año pasado, un equipo que ya despuntaba y que este año va bien
clasificado. Nosotros nos plantamos en el partido una vez más con las ganas de
dar guerra, a pesar de jugar de nuevo en un campo grande, que nos perjudica
muchísimo, y de seguir sin poder completar una convocatoria como nos gustaría.
Entramos fríos en el partido, supongo que además de por el
retraso del árbitro, por la preocupación de la mitad del equipo de que ese
retraso fastidiaba la segunda parte del domingo familiar que habían planificado
;). Durante los primeros 5 minutos de partido, nos dominaron y nos desbordaron
por las bandas, mala señal, porque hemos tenido malas experiencias con los
desbordes en las bandas en los últimos partidos. Tuvimos que escuchar la voz, y
buena voz que nos pegó, del Capi para empezar a asentarnos en el campo.
Poco a poco nos fuimos haciendo con el campo y con el
partido, el equipo se adaptó bien a las dimensiones del terreno de juego, cada
vez recuperábamos más rápido, y empezamos a creer en nosotros, nos dimos cuenta
de que les estábamos haciendo daño y que podíamos contener sus acometidas en
defensa de forma aceptable. En los siguientes minutos, tuvimos hasta tres
ocasiones de gol, incluso un gol fantasma (que lástima habría sido mi primera
asistencia de gol), teníamos el partido donde queríamos.
Cuando mejor estábamos, un fallo en defensa provocó el
primer gol del equipo rival. Una sorpresa y un mazazo, y la sensación de que no
lo merecíamos. Conseguimos reponernos y aguantar hasta el descanso, donde
llegamos con la sensación de que nos íbamos perdiendo pero merecíamos ir por
delante en el marcador y que el partido lo podíamos sacar adelante.
Con el inicio de la segunda parte, llegaron los peores
momentos para el equipo, un servidor, tuvo que pedir el cambio, el partido se
estaba poniendo complicado y la lesión en la pierna izquierda me estaba
impidiendo rendir al máximo nivel. El rival decidió abrir el campo y eso
comenzó a hacer daño. En estos minutos, se agrandó la figura de nuestro
portero. Temporadón del Culé de Chamberí, está siendo una pieza clave en el
equipo, y sus intervenciones providenciales cada fin de semana. Pero aún así, el partido aún tenía que complicarse un poco
más. Un penalti en una jugada que a priori no tenía peligro hizo que el rival
se pusiera 0-2.
En este momento, y con los dos cambios realizados, tocaba
mover piezas dentro del campo para buscar una solución. Nuestro Capi, que hasta
aquí había destacado por una asistencia en propia puerta, si, suyo fue el fallo
que provocó el primer gol jejeje, tomó una decisión táctica que hizo que
volviéramos a recuperar el control del partido y compensó su error, moviendo
los jugadores de banda.
En unos minutos y tras varias ocasiones de peligro a favor,
nuestro delantero Jose, sacó petróleo de una jugada en la que poco tenía que
hacer, provocó un penalti y consiguió que expulsaran por segunda amarilla a un
jugador del equipo rival. No sin algo de incertidumbre, nuestro jugador
franquicia, Tate, acortó distancias en el marcador. Tiró, paró el portero y en
el rechace marcó plácidamente, según nos decía lo hizo aposta jeje, eso nunca
lo sabremos.
Nos metíamos en el partido, un partido que se convirtió en
un correcalles. Y en este correcalles, en una jugada en una zona intrascendente
del campo uno de nuestros jugadores más destacados del partido Asier, sacó de
nuevo petróleo con una falta que suponía la segunda amarilla para otro jugador
del equipo contrario dejándolos con nueve, tarjeta por otro lado inocente y
merecida. Era nuestro momento y supimos aprovecharlo, solo unos minutos
después, Alejandro hacía el empate. De aquí al final del partido, volvimos a
dominar y crear peligro y nos quedamos con la sensación de que podíamos
habernos llevado los tres puntos.
Al final, como decía, nos quedamos con la sensación de que
este partido podíamos haberlo ganado. Pero con la frialdad de las horas que van
pasando y analizando el partido, pregunto, ¿Perdimos dos puntos o ganamos uno?.
Yo que soy de filosofía optimista, creo que ganamos uno, porque igual que
merecimos acabar la primera parte ganando, tuvimos 15-20 minutos en la segunda
en la que de no ser por nuestro portero podríamos haber encajado 3 ó 4 goles.
Chicos nos falta un puntito más, que seguro que vamos a poner en la segunda
vuelta, y empezaremos a ganar partidos, la salvación no está tan lejos, estoy
seguro de que lo conseguiremos.
Después de los noventa minutos reglamentarios, los otros
noventa añadidos clásicos de Sallema, el tercer tiempo, donde sin duda, siempre
salimos victoriosos. En esta ocasión faltaron algunos de los habituales, así
que dejaré para otra crónica en la que hayamos estado todos, el contar con todo
lujo de detalle la táctica de juego que usamos en este tramo del partido cada
fin de semana, ahí ya os lo digo, no hay equipo que nos gane.
Espero vuestros comentarios. Es más, quien no comente no juega el finde, que aquí lo que cuenta es la implicación 😉
Por fin me entero de cómo fue el primer gol de los rivales... y me quedan dudas de como fue el penalty... :p
ResponderEliminarGracias por la crónica!!!
Es que Alberto es como Florentino, tiene atemorizados a los cronistas, jajajaja.
EliminarEl penalti fue evitable, en un cruce de Fabas tras ganarnos la espalda al lateral. La carrera para el cruce limitó su capacidad a la hora de decidir si entrar o no, iba lanzado y cansado.
Anda...! Y yo que creía que después de 5 horas fuera de casa Cote lo que había hecho era irse a jugar al golf...!
ResponderEliminarAnimo Sallema! Que este año ya sabíais que sería duro, no desesperéis!!!! Fuerza y valor!!!
Pues se iría a jugar al golf, digo yo. Yo no le ví en las cervezas, eso seguro ;-)
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