Andaba yo perdido el sábado en Pirineo de Lleida, rodeado de nieve hasta quedar casi aislado, a diez grados bajo cero, y se me ocurrió mirar mi Twitter para ver con qué salía Luis Enrique en lo que para mi podía ser un partido trampa, contra un equipo que juega a lo que tanto gusta en Barcelona, el juego de posición basado en la búsqueda compulsiva de la posesión del balón.
Y no entendía tanta rotación, fruto en mi opinión de lo que dice la hoja Excel de Unzúe y LE, como así lo tuiteé inmediatamente antes del comienzo. El descartado Aleix, un mediocampo sin Iniesta otra vez, una dupla de centrales inédita, y Arda por Neymar. Un exceso a mi modo de ver.
Y la verdad es que tanto temor, a tenor de lo que fue el partido, era infundado. La extraordinaria presión del equipo que impidió el juego de toque canario, tal y como destacó su entrenador, mi admirado Quique Setién, en la rueda de prensa posterior. Además, la salida de balón azulgrana, casi siempre por el lado de un liberado por parte de marcajes amarillos, Aleix Vidal, llevaba el balón con precisión y celeridad a las puertas del área canaria. Las llegadas se repetían, y tan solo un gran Javi Varas evitaba una victoria clara azulgrana, tapando una y otra vez las llegadas, salvo el latigazo de Luis Suárez al primer palo tras buena jugada (¡¡por fin!!) del portugués André Gomes.
La salida del descanso fue de nuevo huracanada, y tras el desgraciado error de Javi Varas en el segundo gol de Messi, que ya ha vacunado a 35 equipos en Primera, vinieron otros dos de Luisito y Arda, que cerraban ya una goleada inesperada.
El partido permitió la reinserción de Aleix Vidal, atento atrás, salvo un par de jugadas en las que estaba mal perfilado como casi siempre. Fue clave en la salida de balón, como he comentado anteriormente, estuvo acertado en el pase en corto, llegó a línea de fondo con frecuencia y acierto, y culminó su gran actuación con un golazo de contraataque que había lanzado él mismo, que tras combinar con Messi y un, otra vez desacertado, Alcacer, remató al palo derecho de Varas de primeras desde el punto de penalti.
En resumen, un partido en el que casi todo vino de cara y permitió al Estadi disfrutar de juego de ataque y goles, olvidando los agobios de los anteriores partidos de comienzo de año. He escuchado y leído numerosos elogios al juego del equipo, pero tal y como decía del Madrid de comienzo de año, que algunos equiparaban al Brasil del 70; cuando los partidos se ponen de cara, es más complicado hacer análisis demasiado claros y mucho menos pontificadores, pues la calidad que tienen los equipos grandes arriba, puede convertirte casi cualquier partido en una goleada, en la que el juego es consecuencia de los goles, y no al contrario, como al menos a mi me gusta que haga mi equipo.
Del partido, además, de la reivindicación de Aleix Vidal, me quedo con la clara mejoría de Luis Suárez, la aportación al juego de ataque de Arda, siempre mejor de punta que de interior, y la generosidad en la presión de Busquets, que anduvo apretando a los centrales amarillos más que en ningún otro partido de la temporada, y cuando Busquets hace alarde de esa generosidad, es que se encuentra bien, y eso es toda una garantía para el futuro del juego y de la temporada.
Por último, oí a Quique Setién decir que André Gomes hace un trabajo impagable, y que habría que preguntarle a Busquets que seguro que agradece su presencia en el centro del campo muchísimo. El portugués, se estaba acercando a Mathieu en mi escala de inexplicabilidad; pero siendo como soy un gran admirador de Setién, me fijaré en los próximos partidos de André Gomes, para ver si además de perfilarse mal siempre cuando recibe el balón, esconde virtudes indescifrables hasta ahora para mi. Le daré 60 días de bula...
Por último, oí a Quique Setién decir que André Gomes hace un trabajo impagable, y que habría que preguntarle a Busquets que seguro que agradece su presencia en el centro del campo muchísimo. El portugués, se estaba acercando a Mathieu en mi escala de inexplicabilidad; pero siendo como soy un gran admirador de Setién, me fijaré en los próximos partidos de André Gomes, para ver si además de perfilarse mal siempre cuando recibe el balón, esconde virtudes indescifrables hasta ahora para mi. Le daré 60 días de bula...
Esperemos que de aquí en adelante, veamos el crecimiento del equipo, sobre todo en el plano físico, una de las características de los equipos de LE, y de su hoja Excel de rotaciones, tan criticada por un servidor durante este primer tramo de temporada.
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