martes, 12 de diciembre de 2017

Jornada 15. Villarreal-Barça. Importantísima victoria que deja algunas preguntas sin resolver

El Barça se presentaba en Villarreal en el último partido del fin de semana, conociendo los resultados de sus perseguidores, que todos ellos habían conseguido sumar los tres puntos con mayor o menor solvencia. Tras los dos últimos empates, y dadas las circunstancias de las victorias rivales y la ausencia del bastión defensivo de la temporada Samuel Umtiti, la visita al conjunto "groguet" se presentaba como una auténtica prueba de fuego para la solidez estadística del líder de la Liga. Cualquier tropiezo podría animar a los rivales, que vislumbrarían una debilidad no atisbada hasta el momento en el Campeonato.


El Villarreal de Calleja, es un equipo muy sólido, defensiva y ofensivamente, con las ideas claras y con una serie de jugadores en alza, algunos jóvenes y otros ya consolidados en el panorama futbolístico nacional. Además, se dio la circunstancia que tras superar su cuarta operación de cruzados, Sergio Asenjo volvía a la portería en partido de Liga. La mejor de las noticias para empezar el encuentro. Al palentino se le notó todavía algo falto de explosividad y rapidez en algunas acciones, pero fueron correctamente compensadas por su colocación y experiencia, dejando algunas buenas paradas y ningún fallo reseñable. Con portería en más partidos, volverá a ser uno de los mejores porteros de Europa, y a mi personalmente me encantaría que fuera uno de los porteros elegidos por Lopetegui, otro portero, para defender la camiseta de la selección en Rusia el próximo verano. Por calidad y carácter, no será, desde luego.

Calleja le montó un planteamiento de nuevo cuño al Barcelona, con un central, Semedo, de stopper por delante de la línea de cuatro defensas, ensuciando la zona de influencia de Leo Messi, incómodo y extrañamente impreciso durante el partido. Además, los interiores replegaban, intentando hacer salir a los centrales y sobre todo a Busquets en conducción a tres cuartos para sacarles de sitio en un potencial repliegue a su salida al contragolpe. El acertado planteamiento defensivo, unido a la inoperancia de los mediocampistas azulgranas, plasmado en el planísimo juego de Rakitic, las bajadas innecesarias a la base del voluntarioso pero desacertado Denis, y las costuras técnicas y tácticas que se le volvieron a ver a Paulinho, hicieron que en el primer tiempo, más allá de un remate de Piqué a la salida de un corner y un par de incursiones de Alba, no hubiera peligro para Asenjo. En el otro extremo, un par de salidas amarillas, desde las bandas del joven Raba y Soriano, buscando al solitario Bakambu, ya certificaron el extraordinario momento de Marc André ter Stegen, que volvió a dejar una parada para el recuerdo en un remate de volea de Soriano que botó en el suelo y fue majestuosamente controlados en dos tiempos por el alemán. Una parada de una dificultad máxima, resuelta con solvencia una vez más por el portero del Barcelona.

A la vuelta del descanso se produjeron tres acontecimientos que cambiaron el sino del encuentro. En el primer minuto, Semedo se resintió de su reciente lesión, y el cambio dibujó un nuevo panorama para el Barcelona, dejando de obstaculizar la zona a la espalda de los mediocampistas amarillos. A los pocos minutos, la entrada de Alcácer por un nuevamente intrascendente Denis, empezó a inclinar el partido, y en 3 minutos el Barcelona gozó de 2 ocasiones claras del propio Alcácer y Messi, habilitadas ambas por un otro día más incisivo y preciso Jordi Alba, a quien la entrada de Alcácer en la punta izquierda entretuvo a su lateral, y facilitó las superioridades por ese lado. La tercera y quizás más decisiva influencia en el cambio fue la desproporcionada entrada del joven Raba a Busquets con la plancha por delante y a una altura peligrosísima para la integridad física del de Badía: roja e inferioridad para el Villarreal, que ya no amenazó la portería rival, y se tuvo que limitar a achicar durante media hora los ataques del Barcelona.

Tras otro poste de Suárez, llegó una jugada laboriosa del equipo azulgrana en ataque que aceleró como siempre Leo Messi, tocando en vertical para Lusito quien en una pared dentro del área con Alcácer, sensacional en el toque con el exterior, dejó al uruguayo en carrera frente a Asenjo, al que dribló con solvencia para empujar el 0-1, que parecía desnivelar definitivamente el partido. A partir de ahí el Barça se dedicó más a controlar la posesión, y en un fallo en salida claro de Victor Ruiz, Busquets habilitó a Messi, para que el rosarino, se deshiciera fácilmente de sus dos marcadores y fusilara al meta del Villarreal, sellando la victoria pese a sumar uno de los partidos más extrañamente imprecisos que le recuerdo.

Al final, lo mejor el resultado y las alternativas de Valverde en el partido, que siempre suelen sumar al equipo. También muy destacable el gran partido de Vermaalen, quien sin ser excesivamente exigido sí que dio salida al juego por su lado, con pases precisos (95% de acierto) y tensos que hacían ganar altura al equipo. Tan solo le faltó adentrarse algo más en la zona del interior izquierdo conduciendo, como suele hacer Umtiti, para hacer más daño en el primer escalón del juego, aunque quizás por la falta de minutos o porque el Villarreal promovía esas situaciones, no acabó de sumarse conduciendo.

En las preguntas por resolver, la falta de profundidad y de peligro si no son Messi y Alba quienes conectan, la soledad de Suárez un día más, hasta la entrada de Alcácer, y algún que otro fallo posicional de los mediocampistas que facilitaron salidas del rival sencillas y potencialmente dañinas desde fuera hacia adentro en la primera parte. ¿Dará para luchar la Liga con esto? Seguro. ¿Dará para reinar en Europa, donde se avecinan curvas con el enfrentamiento en octavos de final ante el Chelsea de Conte? Lo dudo mucho, la verdad.

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