lunes, 25 de septiembre de 2017

Jornada 6. Girona-Barça. Victoria funcionarial con marcaje a Messi a la antigua

El sábado era un día realmente histórico en Montilivi, el campo del Girona. Recibían al Barça en su primer derby catalán en la máxima categoría. Un ambiente ciertamente festivo recibió al equipo azulgrana en la capital gerundense. Servidor, que vive de otras cosas que no son solo el fútbol, tenía marcado el fin de semana para un retiro familiar junto a los primos y sus vástagos en la preciosa provincia de Ávila, en la esperanza de poder ver el partido en el bar del pueblo. Sin embargo, a uno ya le van quedando pocas cosas por ver en la vida, y nada más llegar tuve la noticia de que el bar del pueblo estaba cerrado, ¡¡por vacaciones!!. Según Siri, el bar más cercano estaba a 12Km. por lo que tuve que improvisar una jornada radiofónica a la antigua, como en mis principios de aficionado culé, para seguir el partido.


Valverde continuaba con la semana de rotaciones y se había dejado en Barcelona a Semedo y Deulofeu. Además, dejaba en el banquillo a los titularísimos Busquets y Piqué, con lo que el once blaugrana era ciertamente novedoso, con Rakitic de medio centro y Aleix Vidal disfrutando de su enésima oportunidad, que, por otra parte, por fin esta vez pareció aprovechar. El partido parecía otra prueba del algodón para la salida de balón azulgrana, por la presión que suele acometer el Girona de Machín, pero esta vez una novedad cambió totalmente el planteamiento del partido. Pablo Maffeo, el joven carrilero diestro cedido por el Manchester City, realizó un anacrónico marcaje al hombre a Leo Messi, siguiéndole como dicen los clásicos hasta el cuarto de baño, en algo más propio de los oscuros años 80 del Catenaccio que del siglo XXI.

Durante los primeros minutos, al argentino se le notó incómodo, posiblemente por sorprendido, pero enseguida afinó el escáner y a base de desmarques constantes de ruptura al filo del fuera de juego, hacía dudar a Maffeo, abriendo la posibilidad de habilitar más el juego a las espaldas de la defensa de sus compañeros, lo que especialmente aprovechó Aleix Vidal, un adelantadísimo Paulinho, que parece haber encontrado ya acomodo en el esquema de Valverde, ya veremos si como titular habitual, y también un Luis Suárez que vivió en excesivas ocasiones en fuera de juego.

El comienzo fue competido, con alguna llegada del Girona que obligó a Ter Stegen a aplicarse en su portería. Así transcurrió el primer cuarto de hora, hasta que en un córner botado por Messi, se produjo un arrastre masivo al primer palo, dejando en la frontal del área solo a Jordi Alba que remató de volea el preciso centro, con tan mala suerte para los locales que Aday, despejó el balón hacia dentro de su portería. A partir de ahí, el encuentro cayó en un control poco profundo del Barcelona, que tan solo rompían las llegadas de los laterales y de Aleix Vidal. Así hasta la llegada del descanso, sin apenas sobresaltos.

La salida de la segunda mitad fue algo más intensa por parte del Barcelona, que en una magnífica combinación entre Luis Suárez y Aleix, hacía llegar a línea de fondo a este último, centrando de tacón para que el uruguayo, de manera extraordinariamente inteligente, dejara pasar el balón entre sus piernas para que el desafortunado Gorka Iraizoz, se introdujera el balón en su propio marco. 0-2, y partido definitivamente sentenciado.

El Girona tuvo un arranque de orgullo, con unas cuantas llegadas, casi siempre abortadas por un muy acertado Mascherano, y Valverde decidió dar entrada a Busquets para controlar algo más la situación. Lo consiguió, apoyado en la llegada del tercer gol del equipo, en una salida, ya típica, de Sergi Roberto en cabalgada, culminada con un pase en profundidad a Luis Suárez que le dejó mano a mano con Iraizoz. El uruguayo con toda la calma y la calidad del mundo, amagó el disparo al palo largo con el cuerpo, pero se lo depositó en las redes por el corto, sin remisión. Siguieron hasta el final los locales buscando el gol de la honra que no encontraron, y se terminó el partido para continuar el equipo azulgrana con el pleno de victorias en este arranque liguero.

Mención especial merece el partido de Aleix Vidal, quizás su mejor actuación como azulgrana, percutiendo el espacio a la espalda del lateral izquierdo del Girona, y llegando a línea de fondo con continuidad y siempre levantando la cabeza para ver el centro o pase más adecuado a cada jugada. También, me gustó mucho el partido de los laterales, con Alba en clara consolidación como discurso de ataque por la izquierda y un Sergi Roberto, que es una alternativa valiosísima para muchas posiciones en el equipo. Por último, Mascherano, que no ha levantado la voz, sino seguido trabajando durante su ostracismo a principio de temporada lideró la defensa y la salida de balón con gran criterio y acierto.

El Barcelona, como apunta Ramón Besa, sigue haciendo muy bien las cosas de equipo pequeño. Una acertada estrategia para así ir armando un bloque al que parece que será muy difícil superar, y menos con la claridad que lo fue en las salidas de Champions la temporada pasada. Además, la mejora en la salida de balón y en la presión, ya son una realidad, además de jugar el equipo mucho más junto en ataque, con la única mácula muchas veces de la falta de fluidez a la que estábamos acostumbrados en los momentos más brillantes del equipo. De momento, Valverde está siendo una grandísima noticia.

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