martes, 20 de octubre de 2020

Liga 20-21. Getafe-Barça. Este tierno Barça no está para estas guerras

 No voy a quitarme mi cuota de culpa. Cada vez que veo un partido en casa de mi hermana, el Barça palma. Este finde tuve que ir a por mi coche allí, a Zamora, en un gran fin de semana en lo gastronómico, en lo familiar y en lo climatológico, pero que nuestro querido Barça no tuvo a bien redondear. Bien es cierto que semejante digestión de tornillos como una visita a Getafe, y más tras un parón por compromisos de las selecciones en un equipo en construcción como el de Koeman, podía preverse como una empresa harto complicada.

Y es que el equipo del en apariencia ilustrado (y cruyffista por expresión propia) Bordalás puede ser cualquier cosa menos un plácido rival. Dado el resultado negativo no me voy a extender en consideraciones pues podrían parecer excusas, y nada más lejos de mi intención, pero creo pertinente apuntar dos cuestiones. La primera, si la Liga quiere abrirse al mundo con una imagen como la del Getafe, se está equivocando de plano. La segunda, dado el nivel actual de Barça y Madrid, con una línea continuada de arbitrajes permisivos como el del sábado, el Getafe puede considerarse justificadamente un favorito claro al título.

El partido trajo las primeras rotaciones de Koeman, dejando en el banquillo a Coutinho y Ansu, entrando en su lugar Dembélé y Pedri, que fueron la noche y el día en la contienda por tierras madrileñas. El francés, desacertado, contumaz y frustrante en la utiliación del toque o regate de más; el canario, incisivo, técnico y agil en los toques precisos, sin dejarse intimidar por las destempladas entradas rivales. Pedri demostró que está para muchos minutos en este Barça de entreguerras.

El equipo, para mi gusto, tuvo un aceptable primer tiempo dadas las condiciones, con ocasiones muy claras, palo incluído de Griezmann y Messi, superando la presión del Getafe de manera solvente y sin sufrir apenas sobresaltos en la portería de Neto. Igual comenzó la segunda parte, hasta que una jugada tonta, discutible en mi opinión, pero un error de bulto de De Jong ocasionó el penalti que dio la victoria al Getafe. A partir de ahí, una muestra de impotencia del Barça que hasta el descuento no volvió a crear peligro de verdad en el área de Soria, superado por un Getafe que gozaba en un escenario absolutamente soñado para ellos. No se jugó desde el penalti. Tal cual.

El calendario no está siendo precisamente benévolo en estos primeros pasos del proyecto de Koeman, que apenas se siente aliviado mirando al otro lado del Puente Aéreo, desde donde llegan noticias deportivas, al menos, tan poco ilusionantes como el partido del Barcelona en Getafe. Pero Getafe, afortunadamente, solo hay uno en Primera, y hasta la segunda vuelta, y ya puede que en un Camp Nou con espectadores, no volveremos a enfrentarnos.

Quedémonos con la imagen ilusionante de un Pedri que debutaba como titular en el Barça y parecía que llevaba una década sobre el cesped vestido de azulgrana, y olvidemos lo antes posible el partido del sábado, porque pocas conclusiones se pueden sacar. Ni siquiera se sacó algo en el resultado, aunque bien pudo caer del otro lado si los delanteros azulgranas hubieran estado algo más acertados en el primer tiempo. Ahora volverá a sonar el himno de la Champions en el Camp Nou entre semana, y el sábado nos visitará el Madrid en un Clásico, como llaman ahora, a puerta cerrada y con los dos equipos llenos de dudas. De lo que no cabe ninguna es que será descafeinado.

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