jueves, 25 de abril de 2019

UCL 2018-19. Cuartos. Vuelta. Barça-United. Messi y De Gea sofocan el susto inicial y derriban el muro de los cuartos

Llegaba el partido de vuelta con un ambiente, que en esa parte oscura de mi culé más fatalista me hacían torcer un tanto el gesto. El cúmulo de indicios a favor que se iban presentando: victoria en el partido de ida sin ningún disparo, un United en caída libre, una racha record sin perder en Champions en el Camp Nou, un optimismo rozando la euforia en las redes sociales y en los medios... no hacían sino despertar en mi cierto recelo.


Afortunadamente, me llegó una llamada de mi padre, el primigenio Culé de Chamberí, que aprovechaba las fechas festivas para, además de llevarse a mis hijas a la playa, acudir a presenciar en directo el partido. Me llamaba desde el Rala, un bar en los aledaños del Camp Nou, donde solemos tomarnos una cerveza siempre que vamos juntos a ver un partido a Barcelona. Un ritual que no conoce derrota, y que hizo que mi parte más supersticiosa desbancará a la fatalista atávica culé. Además, la pequeña que se quedaba en casa conmigo, se vistió con sus mejores galas azulgranas para ver con su papá el partido, antes de irse a dormir algo más tarde, pues al día siguiente, nos sumábamos a la comitiva familiar en la playa de Vilafortuny en Cambrils, y convenía que durmiera buena parte del trayecto.


Valverde salió con el once esperado, con Sergi Roberto y Coutinho elegidos frente a Semedo, apercibido y Dembélé, todavía sin ritmo tras la lesión. Enfrente, el Manchester United ponía a todos los rápidos en el verde desde el inicio, dejando a Lukaku en el banquillo, en la solución que más me preocupaba desde que se conoció el emparejamiento. Y mis temores se confirmaron en los primeros segundos cuando el United produjo más peligro en el primer minuto que en todo el partido de ida, con Rashford disparando al larguero de Ter Stegen. Fueron unos minutos de caraja azulgrana que aprovecharon los mancunianos para llegar en media docena de ocasiones al área local. El tradicional "uy, uy, uy" de la grada del Camp Nou empezaba a aflorar y los nervios en la grada empezaban a contagiarse entre la parroquia culé.

Pero a los quince minutos, la Bestia Parda mandó parar. Robó un balón en tres cuartos a Ashley Young, obsequió con un caño memorable a Fred que venía a hacer la cobertura, se fue abriendo paralelo a la frontal para acabar con "su" disparo al palo largo. 1-0 y fin de los nervios con otra jugada memorable del mejor jugador que ha pisado ese campo. En ese momento, como había comentado en el podcast del Estadi Johan, era fundamental ir a por el segundo rápido para matar la eliminatoria. Y así fue, en otro disparo, esta vez con la pierna derecha de Messi, que contó con la inestimable colaboración de David De Gea, que se tragó literalmente el balón por debajo de su cuerpo, para poner punto y final al partido y a la eliminatoria. De ahí al descanso, Bestia Parda desencadenada sometiendo a un martirio a la defensa visitante, y que bien pudo acabar con algún gol más como en un remate a bocajarro de Sergi Roberto que se encontró en la cara De Gea, absolutamente desnortado tras su error en el segundo gol.

El inicio de la segunda parte se constató el control absoluto azugrana, con el United animosamente buscando el gol del honor sin demasiado peligro, que sí que tenía cada incursión azulgrana en el área del deprimido De Gea. En una de ellas, un pase diagonal de Messi a Alba, lo dejó atrás el de Hospitalet para que Coutinho sellara el resultado final con su jugada marca de la casa, a la escuadra del palo largo. 3-0, y tranquilidad, con un par de intentos de Messi de llevarse otra pelota a casa, incluída una de chilena que se fue por poco, y la guinda del pastel que puso Ter Stegen en un rectificado estratosférico a remate de cabeza en el primer palo de Alexis, muy aplaudido por el agradecido público culé, que parecía sí o sí el gol del honor mancuniano, y acabó despejado a corner de manera inverosímil por el alemán, en lo que puede ser la mejor parada de la actual edición de la Champions League.

Por fin se derriba el muro de las semifinales y se avista una semifinal que como dicen los clásicos tiene aroma de final anticipada ante el Liverpool de Jurgen Klopp, que pondrá a prueba la solidez azulgrana con una propuesta de las que más se le suele atragantar al equipo culé.

El pequeñin con el diez, por su parte, continuó alimentando el #Bestiapardometro con su intervención en los tres goles:


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