lunes, 21 de agosto de 2017

Jornada 1. Barça-Betis. Alegoría de la tristeza

Se hace difícil recuperar la normalidad y hablar de fútbol tras lo acontecido esta semana. Los que me conocéis, sabéis que me ha tocado bastante cerca. Los que no, deciros que apenas dos semanas antes, en el Paseo Marítimo de Cambrils, pasada la medianoche, mis hijas correteaban con sus primos a pocos metros de donde volcó el vehículo de los asesinos. Me sigue recorriendo un escalofrío al pensar lo cerca que puedes convivir de situaciones tan terribles como la vivida estos días en Barcelona y Cambrils.


Pero esto, es un Blog de fútbol, y lo mejor que puedo hacer es recobrar la normalidad, una forma de decir que no nos van a vencer. Ayer, empezó la Liga 2017-18 para el Barcelona. En el mismo lugar y ante el mismo rival que la temporada pasada, el Betis. La crónica de aquel partido fue el primer post de Culé de Chamberí.

Lo que es innegable es que el lugar común del partido de ayer fue la tristeza, reflejada en los muchos momentos de silencio que se vivieron en el Camp Nou, y no estoy hablando precisamente del conmovedor homenaje antes del comienzo del partido. El campo estaba raro, diferente. Mi padre, el primigenio Culé de Chamberí, que ayer acudió al campo con la misma intención de retomar la cotidianidad, me lo confirmó. La media entrada no sabemos si se correspondía con la mala sensación que el equipo dio en el Bernabéu, o con el legítimo miedo de la gente a concurrir a un evento multitudinario, pocos días después de lo que había pasado a pocos kilómetros del Estadi.

La tristeza también se plasmó en el juego del equipo, cada vez más alejado de aquel equipo de no hace tanto tiempo, admirado y temido a partes iguales, y que nos hacía disfrutar a los aficionados barcelonistas cada vez que saltaba al campo. La melancólica presencia de nuestro nuevo entrenador también se mimetizaba con el ambiente, aunque es de justicia afirmar que se notó su intervención en el campo, con ese amago de doble pivote, esa presión arriba, y esa construcción del equipo para que Messi pudiera ser decisivo.

El amago de doble pivote, uno de los grandes temas de discusión de Twitter desde el comienzo del partido a estas horas fue tácticamente lo más notable del encuentro. Yo, personalmente, no sé si por la especial aversión que me produce, no acabé de verlo, aunque entiendo la interpretación que hacen otros de lo que vimos ayer tarde en el Camp Nou. Rakitic, la figura de la controversia, es cierto que bajó más de lo habitual a la altura de Busquets. Además, la diferencia de altura era más acusada por contraposición con el otro teórico interior, Sergi Roberto. Pero es que el de Reus, siempre estaba más avanzado porque además era el primero en presionar la salida del Betis, en posición casi de delantero. Esa diferencia de altura entre los dos interiores acrecentaba esa sensación de doble pivote.

En defensa, el equipo se colocaba en un clarísimo 1-4-4-2, con el mencionado Sergi Roberto en la presión adelantada, liberando a Messi de cualquier compromiso defensivo. Rakitic en defensa sí que se alineaba con Busquets, y los dos extremos, Deulofeu (que cada vez está dando mejores sensaciones aunque espero más de él todavía) y Alcacer, éste sí muy perdido ayer, ocupaban las bandas. Además, en cualquier pérdida del ataque posicional azulgrana se desencadenaba una presión muy agresiva y colectiva, que solía culminar o bien en robo de balón, o en falta táctica en campo contrario que impedía la posibilidad del contraataque bético.

Sin embargo, la circulación fue durante todo el partido espesísima. Messi, que es cierto que intervino muy arriba, no encontraba socios con los que crear, pese a la buena predisposición de Deulofeu y Sergi Roberto. Parece como si el rosarino todavía no los hubiera certificado como socios a sus nuevos compañeros de ataque, y apenas con Denis en los pocos minutos que el gallego participó, se le pudieron ver gestos de complicidad y aprobación (Busquets aparte). El ataque posicional no fluía, y la basculación de la defensa del Betis no abría huecos que atacar por la lentitud del balón. Tan solo se creaban oportunidades en la recuperación en los últimos treinta metros, liderados por un muy cómodo Busquets, que ejercía de émbolo para empujar la presión de sus compañeros.

El partido se resolvió en dos jugadas aisladas, con un gran susto entre medias, muy bien resuelto por Mascherano, en una jugada que nos trajo a la memoria la de la recuperación a Bendtner en aquel Barça-Arsenal de 2011. Un muy activo Deulofeu, en dos desmarques tirados a Messi y perfectamente leídos por el rosarino, que acabaron en dos buenos pases, que no centros, cerraron prácticamente un partido dada la inoperancia del tierno equipo bético.

Además del muy buen partido de un Deulofeu, que se va soltando, pero que posicionalmente está extraordinario, y de Sergi Roberto, en un papel que le queda como anillo al dedo a sus condiciones físicas, técnicas y tácticas, destacar la ilusionante presencia en el lateral derecho de Nelson Semedo, sobre el que ya empezaba a caer la sombra de la sospecha de ser otro Douglas, y quien entregó una notable actuación tanto atrás, corrigiendo en las pocas veces que fue exigido, como corriendo hacia adelante con potencia y soltura, aunque todavía falto de compenetración con los compañeros que apenas empiezan a conocerle.

Fue un Barça, al que se le puede achacar una falta de calidad, motivada por las bajas y las ausencias, pero un equipo inteligentemente montado por Valverde, por y para Messi. Liberado de cualquier responsabilidad defensiva, tocando más balones en el último tercio, donde realmente es decisivo. Cada vez que el rosarino encaró, desató el pánico entre los verdiblancos y bien pudo acabar con unos cuantos goles en la mochila, pues disparó tres disparos a los palos y otras tantas salieron rozando la madera. Y eso que dio la impresión que la Bestia Parda estaba triste, como el equipo, el estadio y la ciudad. Todavía conmovidos por lo acontecido apenas 72 horas antes.

Podéis seguirme en Twitter o Facebook. Lo pasaremos bien.

4 comentarios:

  1. Espero que poco a poco se recupere la alegría, en el fútbol será lo mejor para LaLiga, en la ciudad, no se olvidará fácilmente, pero poco a poco espero que se pierda el miedo.

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    1. Claro Fernon.
      Lo mejor en estas ocasiones es la respuesta de la ciudadanía de a pie. Siempre un ejemplo y un orgullo. Quedémonos con eso.
      Y la vida siempre se hace camino...

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  2. Lo comentado en Twitter, pero algo más extendido:
    Bien la propuesta inicial de dejar a Messi liberado de tareas defensivas para que se pueda mover en la zona de 3/4, donde es más decisivo. Eso le permitió moverse casi siempre en la zona de ataque del Barça con 4 tiros al palo. Aún así, hubo momentos en los que tuvo que bajar a la medular a ayudar a Busi a sacar el balón jugado. Eso demuestra que el Barça necesita un interior que sea un pelotero y conozca el juego de posición (Verrati imposible, a Seri no le he visto, pero por lo que os leo a algunos podría encajar bien, Coutinho a lo mejor podría reconvertirse-aunque yo estoy cansado de reconversiones, claramente al Barça no se le da bien reconvertir jugadores). Así, en vez de tener a D10S un 65% del tiempo en la zona "letal", quizás podríamos tenerle un 75-80% del tiempo, con todo lo que eso implicaría.
    Respecto a Deulo, también me está gustando. Parece que está más centrado, ayuda en la presión/recuperación, ocupa bien los espacios...con un poco más de confianza, quizás, además de todo lo anterior, empiece a intentar el desborde individual que hasta ahora le está faltando. Visto lo visto, yo no me gastaría los más de 100 millones que nos están pidiendo por Dembele. De los 3 fichajes que están sonando más fuerte últimamente, mi orden, de más a menos prioridad, sería el siguiente:
    Seri
    Coutinho
    Dembele
    Con 2 de esos 3, sobre todo con los 2 primeros, mejoraríamos mucho la plantilla y podríamos aspirar a cotas más elevadas que la temporada pasada

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    1. Grande Goose!!!
      Atínadisimo comentario, con el que concuerdo 100%, incluída preferencia en fichajes.
      Lo de Messi es lo que más me está gustando del planteamiento del Valverde entrenador. Siempre mirando a Messi como centro de todo.
      En cuanto a Deulofeu, lo que ahora le echamos en falta, es algo que tiene dentro, y que cuando consiga establecerse definitivamente, seguro que nos lo mostrará. Para mi, la mejor noticia de lo que llevamos de verano en cuanto a rendimiento individual.

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