sábado, 23 de junio de 2018

Mundial de Rusia'18. Episodio 6. Argentina revive sin jugar, Brasil sufre y el mejor partido del torneo.

Durante este Mundial he escrito varias veces que el fútbol siempre te da revancha, y parece que se va cumpliendo, porque si ayer Argentina y especialmente Messi estaban en la mas profunda de las depresiones pensando que estaban fuera del Mundial, una imponente victoria de Nigeria ayer sobre Islandia, les devolvió a la vida, hasta el punto de casi depender de si mismos en la última jornada de la fase de grupos.


Ayer se cerraba la segunda jornada del grupo D, con el extraordinariamente interesante Nigeria-Islandia, y todo el grupo E, el de Brasil, que no ganó en la primera jornada y que necesitaba ganar sí o sí, para llegar a la tercera jornada, al menos, con una situación ventajosa. Y Serbia, la lider de grupo se jugaba el partido con Suiza, una selección plagada de jugadores de origen balcánico, con el componente sentimental que esto tiene, como consecuencia de lo ocurrido en la antigua Yugoslavia en los 90.

Una jornada plena de interesantes matices de todo tipo.

Brasil-Costa Rica: 2-0
Brasil salió no muy convencida y tardó en crear peligro. Costa Rica amenazaba, sin demasiado punch, pero metía el miedo en el cuerpo a los brasileños, que tenían que ganar, sí o sí. Los verdeamarelhos fueron rehaciéndose y empezando a asediar la puerta defendida por un Keylor Navas que volvió a cuajar un muy buen partido, a pesar de irse a casa otra vez derrotado. En la segunda parte, Brasil fue poco a poco acercándose al gol sin suerte, larguero incluído, y tuvo que esperar hasta el descuento para abrir la lata, cuando ya empezaban a desquiciarse, sobre todo Neymar, que mereció una expulsión al insultar delante del árbitro a un rival,  con amarilla incluída, que no fue por simular el penalti que el árbitro pitó en un principio, pero que el VAR le corrigió. En un balón colgado, muy bien bajado por el recién entrado Firmino, Coutinho, de nuevo el mejor de Brasil, entró desde atrás para, de puntera, marcar un gol que acabó con una tensión que se palpaba y que se demuestra en cómo celebró toda la expedición, con lesión incluída de Tite. Ya con todo el pescado vendido, pues Brasil escondió magistralmente el balón los siguientes minutos, con lambretta de Neymar incluída, una cabalgada del revulsivo Douglas Costa, la empujó a puerta vacía Neymar Jr., para acabar llorando con el pitido final, en una muestra de la tensión vivida desde su lesión, o quizás otra acción de marketing perfectamente medido de Neymar Corporation.



NIgeria-Islandia: 2-0
Este era un partido a tres. Argentina jugaba ayer su tercer partido del Mundial, antes de tiempo, y fue el mejor. Una primera parte muy competida, con los islandeses algo más cerca del gol en la portería del joven del Fabril Francis, que me dejó muy buena impresión, por cierto. Se llegó al descanso sin goles, y sin Nigeria con visos de poder marcar, hasta que un sprint por la derecha de Moses acabó con un balón al área, que bajó en el mejor estilo de Bergkamp, Mousa, para acabar fusilando a bote pronto a los islandeses, quienes sintieron enormemente el golpe del gol, y ya no se acercaban tanto a Francis. En estas, un despeje perdido de los nigerianos, lo volvio a agarrar Mousa para meter la directa, y con frialdad plantarse ante el portero, regatearle, acomodarse el balón y sentenciar el partido, con un gol de campeonato. Aun y así, Finbogasson, en otro estúpido penalti de VAR, tuvo la oportunidad de meter a los vikingos en el partido, pero lanzó el balón por encima del larguero. De esta forma, el fútbol le da la revancha a Argentina, seguramente de forma inmerecida. ¿Serán capaces de aprovecharla o volverán a hundirse en su incapacidad futbolística?


Serbia-Suiza: 1-2
No pude verlo en directo, y lo he visto esta mañana, pero que barbaridad de partido. Comenzaron avasallando los serbios, exigiendo al grandísimo portero que es Sommer, y marcando un gran gol en la conexión Tadic-Mitrovic, un delantero este último interesantísimo, al que el Newcastle creo que le va a sacar rédito o dinero, tras su cesión al Fulham, aunque me inclino por lo segundo, ya que es demasiado controvertido para el rígido Benítez. Suiza, lejos de venirse abajo, se repuso, y nos ofrecieron una primera parte de toma y daca que para mi ha sido el mejor rato del Mundial. En la segunda parte, de remate inapelable marcó Xhaka, uno de los balcánicos del equipo suizo, magnífica mezcla de seriedad germana y talento balcánico. Lo festejó con vehemencia y mensaje, pero nada comparado con el gol en el último minuto tras un carrerón, del mejor jugador de esa segunda parte, Shaqiri, uno de esos jugadores que parece llevar toda la vida con nosotros, pero que solo tiene 26 años. De origen kosovar como Xhaka, se quitó la camiseta e hizo el gesto del águila bicefala, el símbolo de Albania, una de las etnias más castigadas por el lado serbio en el conflicto de los balcanes en los 90. Veremos qué dice FIFA. Yo, lo que digo, es que fue el mejor partido del Mundial con dos selecciones que no dosificaron el esfuerzo, ni racanearon con el resultado, que nos entregaron uno de esos partidos que cuando dentro de muchos años se hable de Rusia'18, saldrá siempre a colación. ¡Espectacular!




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