jueves, 7 de junio de 2018

Barça 2017-18 (3): La Defensa

Tras unos días convulsos tras el fin de la temporada, Champions y dimisión de Zidane en el Madrid incluídos, y antes de que el Mundial devore todo, continúo con mis sensaciones línea por línea y jugador por jugador de lo que ha sido el Barça 2017-18. Le toca el turno, tras el cabal Valverde y la magnífica portería a la línea defensiva.



La salida precipitada de Neymar y el batacazo en la Supercopa en agosto, hicieron que Valverde se intentara hacer fuerte en terrenos que domina. Uno de los primeros puntos fuertes que se divisó fue la estructura defensiva, tan expuesta al ir y venir durante la última época de la era Luis Enrique. El Txingurri, ayudado por la temprana lesión de Dembélé, empezó a construir dos líneas de cuatro, con el teórico extremo derecho, ya fuera puro (Deulofeu, Aleix Vidal o el propio Dembélé) o más o menos falso (André Gomes o el más habitual Paulinho), como cuarto hombre en la segunda línea defensiva en su parte derecha, centrando a Rakitic junto a Busquets.

Además, el juego más pausado, la preponderancia de pases de seguridad en las primeras fases de la elaboración, la mucho más trabajada salida de balón y la extraordinaria presión tras pérdida que enseguida interiorizó el equipo evitaban las continuas transiciones, y la exposición de los defensas a que se les girara hacia su portería con demasiada frecuencia y riesgo.

Las actuaciones individuales de Alba, Sergi Roberto, y sobre todo Umtiti, así como la inesperada aportación de Vermaalen durante la primera vuelta, compensaron el habitual comienzo dubitativo del diesel Gerard Piqué, al que por tamaño y estrategia de temporada siempre le cuestan los comienzos de ejercicio. Sumando la portentosa forma de Ter Stegen, el Barça consolidó una de las mejores estructuras defensivas del continente, que peleó hasta el final por el Zamora con el Atlético de Simeone y Oblak.

Sin embargo, como todo el equipo, sucumbió en la noche negra romana, donde, inexplicablemente para mí todavía a estas alturas, fueron superados por un gran Dzeko que generó en 180 minutos, lo que la suma de estrellas que se habían enfrentado al Barça en los 7 meses anteriores no había conseguido generar: un estado de pánico que devino en una debacle que dentro de 50 años seguirá siendo recordada.

Siendo generosos, y considerando aquel desastre como un accidente en una extraordinaria temporada defensiva podemos convenir que el equipo puede estar tranquilo en los próximos años en cuanto a su defensa, y más tras la reciente renovación (seguramente más millonaria de lo debido) de Umitti, para ir buscando las piezas que, por edad, vayan sustituyendo a Piqué y después Alba; a los que incluso podríamos ver sucedidos por gente de la casa que empieza a destacar en el B y en el Juvenil, como Cuenca y Brandáriz en la posición de centrales y Cucurella y Miranda para el lateral izquierdo. Como culé optimista  y contracultural que soy, soñar forma parte de mi forma de entender el barcelonismo.

En el plano individual, mis impresiones han sido las siguientes:

Sergi Roberto: Notable

Esta temporada, pese a los augurios por un lado de la llegada de Semedo y por otro de la posible subida al mediocampo, ha sido la de la confirmación de Sergi Roberto como uno de los mejores laterales del continente. Perfectamente adaptado a la posición, la sólida estructura defensiva le ha permitido sufrir mucho menos en transiciones y la falta de deborde de los interiores de su lado, junto a la mayor centralidad de Messi, le han abierto todo el carril con el que desde su privilegiado físico y técnica convertirse en uno de los mejores asistentes del equipo. Además, su zancada y control de balón le han hecho discurso habitual en la salida de balón, rompiendo líneas con su característica conducción interior. Sumado a sus algo decepcionantes actuaciones en el centro del campo, se me antoja un lateral de muchos años en el Barcelona, lo que no es del todo mala noticia, ni para él, ni mucho menos para el equipo. Pena de la decepción de no ser convocado para el Mundial de Rusia, a cambio, le volveré a ver por la playa este verano.



Piqué: Notable

Su arranque diesel de temporada, pese a ser más discreto incluso en el plano individual que otros años, se vio mucho más amortiguado por el espectacular desempeño en los primeros meses de sus compañeros de zaga, especialmente de los centrales zurdos. Según iba avanzando la temporada, iba cogiendo el tono, como siempre, mostrándose imperial y dominante durante los primeros meses de este año, hasta su desastrosa (en línea con el equipo) actuación en Roma. Su final de temporada de nuevo in crescendo puede ser un gran presagio para su actuación en Rusia, donde se despedirá de la selección para centrarse en el Barça, lo que puede alargar su estancia en la titularidad, ya que no hay que olvidar que ya ha cumplido los 31 años.



Umtiti: Notable Alto

Su arranque de temporada fue algo absolutamente impresionante. Actuación tras actuación, iba haciendo crecer una imagen de tipo inexpugnable que le llegó a convertir para muchos, incluido yo, en el mejor central del mundo en esos momentos. Su agresividad en el corte, le llevaban a ocupar posiciones en el interior izquierdo en la presión, cuando Iniesta merodeaba la frontal y Alba la línea de fondo, cubriendo más de un cuarto de campo él solo. En salida, era la primera opción en la línea Ter Stegen-Umtiti-Alba-Iniesta, atreviéndose incluso a dividir más allá del medio del campo. La lesión ante el Celta cortó de cuajo su progresión salvaje. Tras dos meses parado, a su vuelta alternó partidos extraordinarios como ante el Atlético o el Chelsea, con desastres memorables como en Roma, todo en medio de rumores sobre su marcha o renovación que no creo que beneficiaran su estado anímico. Esto impidió que pueda darle la matrícula de honor que sus primeros meses certificaban, aunque una vez renovado, esperemos que se vuelva a acercar a ese central dominante que asumió el liderazgo de la zaga mientras Piqué alcanzaba su pico de forma.



Jordi Alba: Sobresaliente

Si hubo un beneficiado por la marcha de Neymar, como por otra parte él mismo comentó con su falta de inteligencia habitual, fue el lateral de Hospitalet. Sin el tapón del brasileño por delante suyo, pudo llegar sin impedimentos a la línea de fondo rival y forjar la mejor sociedad de la temporada en Europa junto a Messi, del que recibía como muchas veces antes el alley-hoop a la espalda del central y el lateral, pero que este año sumó una devolución atrás, a la llegada en carrera del rosarino que se convirtió en el mejor recurso atacante del equipo. Hasta por momentos parecía que llegaba a toda velocidad levantando la cabeza y poniendo centros precisos. Todo ello, sin perder un ápice de su capacidad correctora detrás que tantos disgustos sigue evitando con esa velocidad de correcaminos que le caracteriza. Si el verano pasado se llegó hasta a dudar de su continuidad, ahora mismo es una pieza clave en el equipo, en su madurez, a la espera de la llegada de una alterativa en la cantera (Cucurella y Miranda) que puede darle los descansos y la competitividad que Digne ha sido incapaz de ofrecer.



Digne: Suspenso

Pese a gozar de numerosas oportunidades, una vez asentado el equipo en octubre, para dar descanso a un Alba, cuyo ritmo hacía inviable aguantar toda la temporada, nunca estuvo a la altura. De hecho, son muchos los encuentros en los que debía salir el de Hospitalet la última media hora para desfacer el entuerto, ante la nula aportación en ataque del francés. Siempre tímido, falto de confianza, irrelevante en el juego, tan solo algún corte en el cierre, y algún buen momento de central zurdo, de lo que andamos sobrados en plantilla, puede destacarse. La mala temporada de Cucurella en el filial, y la inmadurez de Miranda, podrían darle un hueco el año próximo en la plantilla, pero mi preferencia sería darle salida ante la más mínima posibilidad de sacar algo de dinero por él. Su ausencia en la convocatoria de Francia para el Mundial, donde siempre solía estar presente, denota una decadencia imparable de su cotización. Vender, sin duda, es la mejor opción para club y jugador.



Vermaalen: Notable Alto

El "rendimiento inmediato" que comentaba Zubizarreta, que falto de una explicación expuso al exportero a la chanza de las redes sociales, por fin se pudo ver esta temporada. En cuanto las lesiones le respetaron, y pese a no contar apenas con oportunidades al inicio, lo que le llevaron a pedir incluso su salida para poder jugar el Mundial, la lesión de Umtiti lo lanzó al ruedo, exponiéndole de manera inesperada. El belga respondió con una serie de actuaciones, cada vez más convincentes, que tuvieron su cénit en el Bernabéu, donde acaudilló una defensa que sometió el talento madridista en sus envites durante la primera parte. Llegó a aquel partido, tras 5 partidos sin perder un solo balón, lo que da buena cuenta de su adaptación al juego azulgrana, asumiendo además la preponderancia que la salida por la izquierda venía teniendo con Umtiti, llegando a abrirse un debate si a la vuelta del francés era conveniente devolverle la titularidad, con su excelso nivel previo a la rotura muscular. Desafortunadamente, se volvió a lesionar justo en el día que volvía Umtiti de su lesión, aunque levemente, siendo desde entonces una alternativa muy solvente a cualquiera de los dos centrales titulares. Su nueva lesión el día del Levante, cubre nuevamente de nubes negras su futuro, ante la falta de fiabilidad que su extremada fragilidad supone, pese a su excelso rendimiento cuando está disponible. Yo le dejaría como tercer central, salvo que venga una oferta suculenta, que al menos compense la inversión realizada por él.



Yerri Mina: Suspenso

Llegó antes de tiempo, con un sobrecoste sobre el precio pactado para el próximo verano ante la huída de Mascherano a China en busca de minutos para poder llegar al Mundial con Argentina. Desde el principio, Valverde, con su elegancia, dejó bastante claro que él no lo conocía, y que por tanto, no lo había pedido. Su juventud, ímpetu y falta de experiencia en el fútbol europeo dejaban dudas de su utilidad inmediata. Tardó casi un mes en debutar, una vez se resolvió la semifinal de Copa en Mestalla, y con los problemas de Piqué y la lesión de Vermaalen, tuvo que jugar contra el Getafe de titular, donde firmó una actuación con luces y sombras, pero esperanzadora. Sin embargo, cada vez que volvía a contar para Valverde iba a aumentando las dudas sobre él, para acabar dando uno de los mayores petardazos que recuerdo para un central el día del Levante, saliendo en la foto de todos los goles, y siendo causante directo en algunos de ellos. Sus carencias en cuanto a colocación, perdiendo constantemente el sitio, su tendencia a seguir desmarques de arrastre clarísimo, y cierto atolondramiento con el balón en los pies, le convierten a día de hoy en un central totalmente incompatible con la exigencia de un club como el Barcelona. Una cesión a un club de la Liga un par de años para ver si madura, o casi mejor un traspaso que nos haga recuperar lo invertido, es lo más conveniente para el club. Otra perla de la dirección deportiva azulgrana.



Nelson Semedo: Aprobado

Pese a llegar con vitola de titular para el lateral derecho, para poder devolver a Sergi Roberto al mediocampo, el portugués no ha sido capaz de estar a la altura que el desembolso del club por su fichaje esperaba. Bien es cierto, que al ser su primer año, en un país, una Liga y sobre todo un club con una idiosincrasia y estilo de juego tan peculiar, es de justicia darle un margen de confianza. Si bien llegó con la etiqueta de lateral ofensivo, ha sido su capacidad de corrección y su velocidad hacia atrás lo que más ha destacado y aportado por momentos al equipo. Valverde ha confiado en él, y es cierto que su lesión antes de la vuelta de la Champions en febrero le perjudicó cuando más estaba entrando en dinámica positiva. Fue otro de los damnificados por el desastroso partido del Olímpico de Roma, donde junto a un adelantado Sergi Roberto sucumbió en un inoperante carril derecho. Le ha faltado un punto de pausa en muchos momentos, y se le vio frecuentemente superado por la velocidad de circulación de balón azulgrana, aunque es cierto que algunos ratos de su dupla por banda con Dembélé han sido esperanzadores aunque demasiado vertiginosos. Su segunda temporada marcará su devenir como azulgrana, aunque esta vez empezará claramente por detrás de Sergi Roberto.

Aquí os dejo mi análisis de la defensa del año pasado

No hay comentarios:

Publicar un comentario